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domingo, 12 de agosto de 2012

Capítulo 18

Holaa ^^ ¡Qué bien! Ya vamos por la 2ª parte del libro *-* Nunca pensé que llegaría tan lejos... Jajaja ^^ Y de mi 2º libro me quedan unos... 4 o 5 capítulos para acabarlo, fantastic! Pues nada, espero que os guste! :D

2ª PARTE


Capítulo 18

Estuvimos relampagueando casi toda la noche hasta que nos paramos en mitad de la carretera. Me entraron ganas de vomitar y aproveché para bajarme de su espalda antes de que viniese algún coche.
-Has respirado, ¿verdad?
-Sí... No aguantaba ni un minuto más sin respirar-contesto.
-Te recuerdo que no puedes respirar mientras relampagueas. Mira, vamos a dormir en aquel establo de allí-dice y me monto de nuevo en su espalda.
En cinco minutos ya estábamos dentro del establo. Había caballos y burros. El señor Rhamus decidió dormir en una especie de ático que había en el establo, que estaba lleno de paja. Yo me apoyé en una pared y me eché encima un poco de paja para cubrirme un poco por si venía alguien, dejando al descubierto la cabeza y me eché a dormir. Soñé que estábamos en París, tomando café en una lujosa cafetería de día, a la sombra de una sombrilla e íbamos a buscar comida para mí. El señor Rhamus encontró un chico de mi edad que según su "vista", tenía sangre dulce. Hizo lo mismo que con el hombre de la primera noche. La sangre dulce del chico hizo toser al vampiro y sin querer, el señor Rhamus metió dentro de la vena sangre de vampiro...

Ya no tenía más ganas de dormir y me bajé del ático y empecé a acariciar a los caballos. Me asomé por una ventana que había. Ya había oscurecido, no había rayos de sol por ninguna parte, yo había dormido todo el día. Nunca había hecho tal cosa. Tenía que despertar al vampiro y ponernos en marcha. Subo al ático y le quito al vampiro toda la paja de encima.
-Despierte-le digo sacudiendo su hombro. Y pensar que llevo casi un mes con él, no sé cómo todavía sigo viva... Éste se despierta y me pega un susto que doy un brinco. Estaba viendo sus párpados y de repente, los abre.-¿Ya está despierto?
-Sí, Kat, sí. Venga, pongámonos en marcha.
-¿A dónde vamos?-pregunto. Todos los días que he estado con el vampiro siempre hemos ido de establo en establo o de fábrica en fábrica, sin rumbo fijo.
-Verás, antes quiero contarte una cosa. He tenido un sueño y me he comunicado con un amigo que está en París. Haber cómo te lo explico...-dice mientras piensa.-Hay dos clases de vampiros: los normales como yo y los vampiranos. Los vampiros como yo beben sangre, pero no matan al humano. Los vampiranos beben sangre y dejan al humano sin ninguna gota de sangre, es decir, lo matan. Bueno, pues mi amigo está en París, ha visto a un vampirano por la noche, metiéndose en las alcantarillas y cree que a lo mejor, está secuestrando a gente para después, chupar la sangre de todas ellas y matarlas de un golpe. Mi amigo lo está espiando y necesita ayuda.
-Y ahora quiere que vaya para ayudarle.
-Exacto. Así que tenemos que ir a París. En marcha, quiero llegar lo antes posible.
-Pero de aquí a París hay bastante recorrido-digo.
-Sí, para un vulgar humano. Para un vampiro no. En una hora y poco más llegamos-dice. El vampiro se da la vuelta y me monto en la espalda.-Escucha, cuando quieras respirar, haz un pequeño tirón de mi chaqueta-dice y yo asiento con la cabeza.

Nos ponemos en camino y yo aguanto la respiración. Un vampiro aguanta la respiración más que un humano normal, ya que está... muerto. Pero yo, que soy un vampiro a medias no, porque tengo parte de humano, por lo tanto no aguanto tanto como el señor Rhamus. El paisaje oscuro de la noche pasa por al lado mía de manera rapidísima. Es imposible ver exactamente lo que tienes a tu lado y si enfocas la mirada, te mareas. De repente, paramos
-¿Dónde estamos?-pregunto.
-Creo...-el vampiro hace una pausa, saca un pañuelo de su bolsillo de la chaqueta y se limpia el sudor de la frente.-Creo que estamos.... bueno, no estoy muy seguro, si te lo digo. Necesito comer algo.
-¿Cuándo relampaguea suda?-pregunto porque por primera vez lo veo sudar.
-Cuando llevo a alguien encima, sí. Pero no es tu peso. Cuando un humano se convierte en vampiro o medio vampiro pierde la mitad de su peso corporal. Venga, ya te lo explicaré, la vida de un vampiro es muy larga.
-¡Eso! Me tiene que explicar por qué es más larga la vida de un vampiro que la de un humano...
-Que sí, que sí... vamos a comer.-Me dice, poniendo los ojos en blanco y con los hombros caídos

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