Capítulo 8
Pasan los días y yo estoy en casa metida ayudando a mi madre. Un día, llaman a la puerta. Salgo corriendo porque soy la única que estoy en casa. Mi padre está trabajando y mi madre está buscando un trabajo donde poder ganar algo de dinero. Abro la puerta.
-¡Hola Kat!-me dice con voz dulce Lucy, la hija de la vecina.-¿Puedo pasar?
-Claro, entra-le invito, cierro la puerta y ella asombra comenta algo.
-Vaya, nunca había visto una casa tan grande-dice, y yo a modo de respuesta sonrío.
-¿Puedes enseñarme tu habitación?
-Sí, ven-le digo y la guío entre las escaleras.
Lucy y yo habíamos estado hablando por correo electrónico y nos llevábamos bastante bien, pero nunca sería una relación como la que tenemos Debbie y yo... Nos quedamos en nuestra habitación, una vez más, ella se queda asombrada. Se queda mirando los libros de la estantería.
-Te gusta leer, ¿eh? Ha salido una cerebrito en la casa-dice riéndose.-Según los títulos de tus libros te gusta la intriga y el terror, y... ¿los vampiros? ¿hombres lobo?
-Verdad
-¿Te puedo contar una cosa?-dice mientras se sienta en mi cama y se pone muy tensa.
-Claro, puedes confiar en mí. Dime.
-Hace dos o tres años, descubrí una casa abandonada a las fueras del pueblo. Nunca me he atrevido a entrar sola... Siempre me ha intriga que había dentro y me puse a investigar en internet. Una vez en internet, ponía que esa casa pertenecía a una familia muy rica que vivía en el siglo XVIII o XIX y que le entró una maldición y la familia poco a poco fue muriendo hasta sólo quedar un miembro. El miembro era un niño, el más pequeño y aguantó hasta que un día, un tipo apareció en la casa y lo convirtió en...-para, toma aire y traga saliva-vampiro.
Me quedo meditando sus palabras hasta que digo:
-¡Eso es todo una leyenda!-le digo
-¡Kat está asustada, Kat está asustada!-dice riéndose y con una mirada traviesa.
-¡Qué dices! He leído durante años libros sobre esos "humanos" y no tengo ni pizca de miedo, he leído cosas peores.
-Pues ven conmigo a investigar-me propone.
-Pues vale, pero dime cuándo salgo de casa...
-A esa casa se debería de ir de noche, para que sea más escalofriante y "divertido"-dice.
-Entonces...
-Te tienes que escapar de noche-dice asintiendo.
¡¿Yo?! ¡¿Escapándome de casa sin comentarlo con mi padres?! ¡Esa no es la Kat que yo soy! Al final asiento. Lucy se marchó tras comentármelo y mientras yo me duchaba, mis padres llegaron. El plan consistía en que cenaría tranquila, me iría temprano a dormir y cuando mis padres se acostasen y estuviese dormidos profundamente, me escabulliría por la ventana. Lucy me esperaría abjo, en la entrada. Me dijo que me abrigase bien, porque por la noche hacía fresco. Antes de meterme en la cama, puse el despertador a las dos de la madrugada, que es la hora a la que habíamos quedado para ir a la casa abandonada. Puse el despertador con el timbre bajo (para no despertar a mis padres) y después, me puse unos pantalones largos vaqueros, una camiseta roja y una chaqueta de un chándal. Puse mis zapatos de deporte al lado de la cama para ponérmelos antes de salir. Me tumbé en la cama y dormí un poco.
Oigo un pitido en la parte derecha de mi cabeza y me incorporo poco a poco en la cama y cuando me doy cuenta de que es el despertador, lo paro corriendo para no hacer ruido. Se suponía que tendría el timbre bajo, pero lo he puesto mal. Me levanto de la cama y me pongo los zapatos de deporte, estiro un poco mi ropa y abro la ventana. Antes de saltar por ella, meto un peluche bastante grande bajo las sábanas por si mis padres viniesen a echar un vistazo (cosa que seguramente no harían) "yo" estaría "durmiendo". Lucy y yo teníamos planeado volver antes del amanecer. Me acerco a la ventana, me deslizo por el borde que sobresale de la pared (bastante ancho) y pego un salto hacia el suelo sin pensármelo dos veces.
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