Aquí os dejo, como os prometí, el capítulo 18 y la dirección para que veáis el directo de Rubius que se está haciendo :3 ¡Recuerda que cuánto más gente vea el directo, más dinero recaudará Rubius para su obra benéfica! :D
DIRECCIÓN DIRECTO (clic en el enlace) que aparecerá en el twitter de rubius en la barra lateral del blog -> http://www.youtube.com/watch?v=592bTtgg-WM (primer directo)
Segundo directo -> http://www.youtube.com/watch?v=gCppymx9Tuk&feature=em-uploademail-subject8
Capítulo 18: Cierta
admiración
Nada más llegar al
edificio, nos metemos en la habitación de los dragones, a la que a partir de
ahora, la llamaré dragonera. Snowfall se despierta tras el aterrizaje de
Dragnus y se acerca a mí y olisquea mi brazo herido.
-¿Qué os ha ocurrido?-pregunta
con voz preocupada.
Miro a Dragnus y contemplo
pequeñas manchas blancas que tiene sobre las alas.
-Billy tiene una manera
curativa muy... verde-me dice.
-Tranquila, no ha
pasado nada-digo. No le puedo contar que he ido a ver y conocer a Billy.-No
te preocupes.
-Esos arañones tienen
un mal aspecto. ¡¿Y esa mordedura?! Deberías de ir a Cat para que te cure.
-Estoy bien-digo,
intentando finalizar la charla.-Estamos bien-corrijo.
-¿No habéis aparecido
en toda la noche, volvéis heridos y me decís que estáis bien? Noa, puedo estar
callada si es lo que quieres.
Miro a mi amigo verde y lo
único que hace es echar humo por la nariz, mientras se apoya sobre sus patas
traseras y extiende las alas con las pequeñas manchas blancas. Snowfall se
acerca a él y casi llegan a tocarse. La dragona se pone en la misma postura que
él y estira el cuello para olerle las manchas blancas. Retira rápidamente la
cabeza y dice:
-¿Hierbas? ¿Qué habéis
liado?-dice girando el cuello hacia mí.
-Snowfall, nada. Guarda
el secreto por favor. Sólo hemos ido a dar una vuelta-dice Dragnus, que
hasta ahora no había interactuado.
La dragona gruñe y vuelve
la cabeza hacia Dragnus.
-¿Solo una vuelta? Me
pica la curiosidad, pero voy a guardar la palabra-afirma la dragona.
Dragnus parece sonreír y le da un toque a la dragona en el cuello con la cabeza
mientras le da las gracias.-Pero no prometo nada-dice mientras me dirijo
a la puerta para salir.-Si se me escapa, lo siento mucho. Por cierto, Noa,
Josh te ha estado buscando.
Asiento con la cabeza y salgo
de la dragonera.
Me voy corriendo a mi
habitación, pero por el camino entre los pasillos, al girar una esquina, me
encuentro a Cat viniendo en dirección hacia mí. Al verme, se asombra y vuela
hacia mí, pero yo salgo corriendo mientras intento taparme la mordedura y los
arañones en procesos de curación. Me escondo entre dos columnas y Cat pasa
volando, hasta que en un cruce de pasillos, toma otro camino y la despisto.
Ahora sí que llego a mi habitación si que nadie me vea. Me cambio rápidamente
con un jersey azul oscuro, unos pantalones negros, las botas que me pongo con
el uniforme y me busco una tela blanca para taparme las heridas y guardo el
paquete en un lugar seguro. Salgo de mi habitación y me meto en el cuarto de
baño más cercano y aseo un poco. Yo evitaré que descubran mis heridas, pero me
preocupa Dragnus. Cualquiera que entre en la dragonera y vea las alas de
Dragnus, puede sospechar.
Intento olvidarme de ese
pensamiento y busco a Josh por el edificio. Una vez más, me encuentro con Cat
por el pasillo y esta vez no me resisto.
-Josh te lleva buscando
hace horas. Niall, Daniel y yo ya sabemos lo que te va a decir.
-Sé que me
busca-digo.-Snowfall me lo ha dicho.
-Bien-dice con tono
enfadado. Esta chica se enfada rápidamente.
Cuando se gira para irse,
le suelto:
-Sé que no te caigo
bien-digo con la vista baja y ella se gira.-No sé por qué, quizás porque yo no
sea la verdadera Noa y no confías en mí. Pero lo único que quiero es caerte
bien y que me trates como a todos.
De repente, le empiezan a temblar
las alas y me dice:
-La echo de menos.
Últimamente... Da igual. Lo siento si te has sentido incómoda conmigo, yo
también quiero caerte bien, pero no te conozco mucho. Intentaré tratarte de
otra manera, pero en realidad, soy así-dice con una sonrisa triste.
Le sonrío y sigo con la
búsqueda de Josh.
Al fin lo encuentro,
sentado en el sofá del salón viendo la televisión.
-Hola.-Saludo y él me
corresponde el saludo.-¿De qué querías hablar?
-Hemos pensado de que,
como Daniel ya ha confirmado de que se queda-¡bien!-hemos pensado en ir a la
ciudad vecina donde se encuentra el Dr. Luka y que tiene una cosa especial que
nos va a servir para aumentar y practicar con los poderes. Daniel y Snowfall
podrían empezar a usar sus poderes.
-¿Sabes lo de Daniel?
-Lo dijo. ¿Tu lo sabías de
antes?
-Sí-digo un poco
avergonzada.
-Pues eso, quizás vayamos
mañana. Nada más-me dice.
Me llega un aviso de
Dragnus de que fuese rápidamente a la dragonera. Uso teletransporte y aparezco
en la dragonera. En la sala está Dragnus con la pose que usa últimamente
(apoyado en patas traseras) pero esta vez tiene las alas plegadas, como si las
quisiese esconder. Snowfall miraba a otra persona, pero en mi llegada, clava la
vista en mí y luego baja la cabeza, como si se sintiese avergonzada. Y por
último está Daniel, con una camisa fina roja y unos pantalones azules oscuros.
Viene directo hacia mí y me entra una sensación de angustia, de intimidad y de
acoso. Obvio, Dragnus escondía sus alas y Snowfall se sentía avergonzada porque
Daniel no dice nada, sólo me coge de la mano y con la otra me sube la manga de
las heridas. Ágilmente y con una sola mano, me quita la tela blanca de las
heridas y me coge de nuevo con su mano suave mientras mira las heridas y luego
penetra su mirada en la mía.
-¿Por qué no nos
avistaste?
Me quedo callada. No sé qué decir.
-Da igual. Ya está
hecho-le digo mientras le arrebato los trozos de tela blanca y me las voy
intentando colocar. Daniel relaja los hombros mientras suspira y me ayuda a
vendarme las heridas.-Gracias-susurro.
-Se dio cuenta cuando
vio mis alas-comenta Dragnus.
-Explica al menos.
-Fueron hombres lobos. En
el bosque que hay entre la ciudad vecina y esta-digo seria mientras Daniel
aprieta el nudo lentamente la tela blanca de la mordedura, pero sin soltarme de
la mano. Me doy cuenta de que mi piel es muy pálida en comparación con la de
los demás. Soy simplemente rara.
Retiro rápidamente el
brazo. Me ha apretado en la herida y me ha dolido.
-Lo siento-dice.-Todo está
mejor si se explica.
No digo nada. Cuando llega
la noche, me quedo dormida entre las patas delanteras de Dragnus.
-Es un buen chico-me
comenta y me encojo de hombros.
Cerca de medianoche, la
puerta de la dragonera se abre y oigo a Snowfall moverse y desplegar sus alas.
Oigo susurros, pero no llego a enterarme.
-Prueba-me dice
Dragnus y escucho voces de lejos, como si estuviesen a kilómetros de distancia,
pero se escucha perfectamente.
Son las voces de Snowfall
y Daniel. A pesar de que la dragona hablase mentalmente, lo hacían libremente,
la dragona no ocultaba la conversación cómo hacíamos nosotros dos.
-Te gusta.
-No sé. Quizás. Puede...
Es una buena chica.
-Según tú y
comentarios, es exactamente como la otra Noa, pero tiene sus detalles que
muestran que no es la verdadera, y que reluce por dichos detalles, que son
pequeños. ¿Te encuentras bien?
-Las calabazas que me dio
Cat no me sentaron muy bien, pero fueron un alivio por una parte, aunque no sé
por qué.
-Necesitabas cambiar-dice
la dragona.-Ahora, duerme.
No hay comentarios:
Publicar un comentario