Aquí os dejo el capítulo 7, que desde el 12 de junio no he subido ninguno de estos :O Espero que os guste y no olvidéis comentar, please!
Capítulo 7
Estuvimos volando toda la noche, bajo el cielo
nocturno y algo caluroso. No hacía mucho aire, quitando el que hacía nuestras
alas. Nos turnábamos para llevar las maletas, aunque él solo llevaba una.
Cuándo me tocaba a mí llevar las tres siempre me decía que las llevaba él unos
minutos más, que se convertían en horas. Pasamos la ciudad y una más, hasta que
llegamos a un terreno sin árboles y muy aislado de la ciudad. Cuando llegamos,
está amaneciendo.
Dan me señala con un dedo y dice un
leve “ahí”. Estoy cansada de tanto volar y me duele la parte de los omóplatos.
-Un
poco más-me anima Dan y sigo.
En
pocos minutos, llegamos a una entrada con muchas plantas verdes en la casa,
donde nos recibe un chico. Es un poco (apenas dos o tres centímetros) más bajo
que yo, de piel morena y de ojos marrones. Al ver a Dan sonríe y se estrechan
las manos. Me escondo al pisar el suelo detrás de Dan, y cuando el chico me
mira, deja de sonreír.
-¿Una
nueva? ¿Es ángel o nefilim?-pregunta.
-Nefilim.
Se quiere unir.
-Hum...
Te has enamorado, ¿eh?-dice levantando y subiendo las cejas rápidamente mientras
se ríe y cuando me acerco, Dan me pasa un brazo libre por los hombros.
-Soy
Jack.
-Doona.
-Deberíais
de iros hacia el salón principal.
La casa
por fuera aparenta ser de campo, que es lo que es, y es muy alta (como un
bloque de pisos). Dan me dirige por algunos pasillos cortos con su brazo por la
cintura mientras que con el otro, lleva su mochila. Yo cargo con las mías.
Al
final, llegamos a un amplio salón con ventanas grandes por donde entra un poco
de luz a medida que el sol empieza a subir. Ya hay muchos ángeles y nefilim que
están allí hablando. No reconozco ninguna cara, son todas desconocidas para mí.
Me detengo en la puerta al ver a tantos en la sala que la mano de Dan se
desliza por mi cintura y da unos pasos. Luego se gira hacia mí y me empuja
poniéndome una mano en la espalda.
-No te
preocupes-dice poniendo la cabeza sobre mi hombro y escondiéndola un poco en mi
pelo.
Nos
metemos en el centro del salón y entran cada vez más. En unos minutos, cierran
las puertas y Dan me mira.
-Tengo
que salir. Cuida de mi maleta, no te muevas de aquí y no te preocupes,
relájate-me susurra y me mira con sus ojos grises mientras entrelaza los dedos
de su mano con la mía y luego se dirige y no soy capaz de verlo.
Me fijo
en que una especie de plataforma negra está al final de la sala y ya hay varias
personas: una chica rubia, una morena de pelo corto, Dan y Jack. Hay dos chicas
que dan un grito ahogado al final de la sala cuando sube Dan. No me molesto en
girarme y aprieto más el asa de la maleta de Dan.
-Buenos
días. Os damos las gracias por haber venido y sobre todo, por haber elegido el
bando del Cielo, del Bien. La mayoría seréis nefilim, no pasa nada y algunos
seréis ángeles-dice Jack y veo que me ha encontrado y ha clavado la vista en
mí.
-Tendremos
que luchar contra el otro bando por una sencilla razón-continúa la chica de
pelo oscuro-porque ellos están convirtiendo a humanos en nefilim sin que
Lucifer lo sepa-cuándo pronuncia ese nombre, hay varios gritos
ahogados.-Además, los convierten con la finalidad de que luchen con nosotros
porque quieren que el mundo se acabe. Que haga ¡puf!-dice y pega un grito
cuando dice la última palabra que suena en toda la sala.
Me
sobresalto con el grito y me muerdo el labio. La chica parece loca, como si
estuviera recién sacada de un reformatorio o algo.
Explican
lo que vamos a hacer estos días largos de verano y nos dan a cada uno un papel
con un número que es el de nuestra habitación que compartimos con dos personas
más. Dan llega hacia mí y le paso su maleta y veo que en la palma de la mano se
me ha quedado la marca del asa. Me pasa un papel plateado.
-Número
470. La compartes con dos chicas más-comenta y veo el número con letra negra y
gruesa en el papel.-Espera a que se vacíe un poco la sala.
A los
tres o cuatro minutos se vacía la sala y sólo se quedan dos o tres grupos
hablando tranquilamente. Me tiembla la mano y no puedo evitar morderme la
mejilla por dentro.
-Es
hora de que nos vayamos moviendo. Yo me tengo que ir a mi habitación-dice Dan y
le miro triste y con algo de miedo. Me coge de la mano y al hacerlo, me deja de
temblar.-Eh, no te pongas así, seguro que haces amigos. Yo estos días voy a
estar ocupado porque soy uno de los monitores, pero harás amigos pronto, ¿vale?
Asiento
con la cabeza.
-Esa es
mi nefilim-dice con una sonrisa, me da un breve beso y se marcha.
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