Capítulo 21

Hola!

Como acabo de decir hace muy poco en la anterior entrada, siento el retraso (>w<'') y aquí os dejo un capítulo. Mañana tendréis otro, posiblemente, por la tarde ^^

Capítulo 21: Sentimientos e hielo no concuerdan

-Noa... ¿qué te has hecho? ¿Y qué me has hecho?

Qué está hablando. Frunzo el ceño y noto mi cuerpo más pesado de lo normal.

-Noa... eres hielo-me dice. Me miro las manos y las piernas y son totalmente hielo, igual que él ahora es agua, yo soy hielo. Me intento levantar la camisa, pero me encuentro con hielo. Me llevo una mano a la cabeza para tocar mi pelo y está duro.

-Soy una chica hielo-musito. Un escalofrío recorre mi columna vertebral y el hielo se desprende de mí y vuelvo a ser normal. Retomo la pregunta que me ha hecho.-¿Y qué querías decirme con eso de qué te he hecho?
-He oído tu voz en la cabeza.

-Pues yo no te he hablado.

-No eran voces, eran... sentimientos.

Salimos corriendo en dirección al dragón y Daniel vuelve a estar normal. Huele a carne hecha, y la boca se me hace agua. Niall se acerca a nosotros y nos da a cada uno un trozo de carne. Sabe que le iba a leer la mente, así que tiene el pensamiento planeado.

Iba a ir a buscaros-dice y yo le sonrío forzadamente.

Cojo el trozo de carne, que es una parte del muslo del ciervo. Daniel hace lo mismo y lanza una bola de fuego a la leña. Nos acercamos a Dragnus con paso decidido y el suelo tiembla un poco junto a mí. Miro de reojo a Daniel y veo que su piel se ha vuelto de piedra.

-Controla-le digo y éste al verse lo hace.

-Lo siento.

Me monto sobre Dragnus y Daniel le explica la situación. Dragnus deja de mordisquear el hueso que tiene sobre las garras y gira el cuello en dirección hacia mí.

-No sabía que podías hacerlo, es decir, yo lo sé hacer, pero controlo.

-Suele ocurrir pocas veces-añade la dragona.-Es un impulso desesperado que pasa de tu cuerpo al cuerpo que tocas, de modo que los sentimientos que sientes ahora mismo, lo sabe la persona a la que tocas.

Cuando ven las caras que ponemos, oigo una leve risa de Dragnus.

-Un ejemplo sencillo: yo cuando cazo, hay veces en las que no mato directamente al animal, sino que lo cojo y le paso mis sentimientos de tranquilidad, de ese modo, el animal muere tranquilo y se fía de mí.

-Pero no debería.

Dragnus gira la cabeza y me echa una mirada extraña, como de odio pero también un destello juguetón.

Dejamos el tema, y las palabras de Daniel suenan en mi cabeza cuando Dragnus nos explicó lo que hice. “Tranquila, cuando lo tengas claro, me lo dices. Estaré a tu lado. Mis sentimientos son claros hacia ti”.

Los dragones nos obligan a dormir y antes de dormir, observo el cielo estrellado sobre el lomo del dragón verde y me quedo dormida. Sé que ambos estarán despiertos, y me gustaría ayudarlos dándoles fuerzas o vigilando que no se queden dormidos ni nada. Me esfuerzo por quedarme dormida. Sé que el dragón verde sabe que estoy despierta, así que estira su cola hacia mí y me toca con la punta mi estómago. Un sentimiento de sueño y tranquilidad me invaden y me quedo dormida al instante.

            La noche la paso tranquila. Niall me despierta y rápidamente, nos comemos la carne que queda para coger fuerzas y salir de aquí.

-¿Dónde está? Quiero verlo.

-Fácil, mira hacia arriba y entrecierra los ojos.

-Con tu vista.-Mi mirada se vuelve como la de Dragnus y miro hacia arriba. El meteorito se ve otro punto negro, pero más grande.-¿Cuándo romperá el campo de fuerza?

-Ya pronto.

Snowfall y Dragnus van dándonos órdenes mentales y nos alejamos del aro dorado. Me meto en la mente de Niall y leo sus pensamientos. Me mira y asiento con la cabeza cuando recibo la orden de Dragnus de que nos pongamos en círculos. Helen ha empezado a preguntar que qué estamos haciendo. Cat se ha hechado sobre ella y yo le he cogido los pies y se los he congelado. He hecho lo mismo con los brazos. Nos colocamos unidos y Niall mira hacia el cielo, al igual que los dos dragones.

-¡¿Por qué me congeláis?! ¡¿Qué pensáis hacer?!-empieza a gritar Helen.

Me acerco a ella y le congelo la boca.

-A nuestra señal, Niall-dice Dragnus y Niall asiente, un poco tembloroso.

Miro hacia el cielo y veo un punto negro que se acerca a una buena velocidad y que a medida que se va acercando, tiene un tono marrón y se ven los cráteres.

-¡Ya!-gritan los dos dragones a la vez y Niall alza los brazos y el campo de fuerza grisáceo nos rodea.

-¡Más grande, Niall! ¡Tengo una idea!

Niall lo hace más grande y las manos le tiemblan un poco más. Hago algo para protegernos mejor, y hago una cúpula de hielo transparente bajo el campo de fuerza de Niall. Todos entienden que, si el campo de fuerza falla, al menos, tendremos un poco más de protección.

-Buena idea, pequeña.

El meteorito se acerca más y choca con mucha fuerza sobre el campo de fuerza. Miro de reojo a Helen y veo que abre mucho los ojos cuando ve que iba a impactar. El suelo se tambalea y el meteorito, cae rodando hacia el otro lado de nosotros. Nos quedamos así unos segundos y cuando vemos que estamos tranquilos y sanos, Niall quita el campo de fuerza y Daniel pone una mano en la capa de hielo y la derrite en unos segundos. Miro a Cat y veo que sus alas apagadas y en un estado como si estuviesen muertas, vuelve a estar vivas y ella las despliega con mucho gusto. Los dragones las estiran también con placer y rugen de felicidad.

-Salgamos de aquí-dice Josh.

Uno a uno, como si quisiéramos dar rabia a Sombra, nos vamos montando sobre los dragones. Oímos unos chillidos fuertes y a lo lejos, distingo en el cielo unas figuras negras que vienen directos hacia nosotros y a mucha velocidad.

-¡Noa, monta!