Capítulo 24 n_n (penúltimo)

Hola! :)

Siento la inactividad de estos días, he estado liada y tal, sorry <_<
Aquí os dejo el penúltimo capítulo de este pequeño libro mío :3 Es algo larguito, y además, en este, os enteraréis de MUCHAS cosas a cerca de todo en la historia en general (por qué las habilidades raras de los personajes y tal).
Espero que lo disfrutéis y pasado mañana os dejo ya el útlimo y ya os explicaré qué seguiré publicando y tal.
¿Ansiosos? ¡No olvidéis comentar!

Capítulo 24: Historias diferentes

Observo rápidamente que todos nos ponemos en tensión y que nos preparamos para atacarla (si hace falta). Me dedico a pensar mientras llega hacia la cubierta y todas las mentiras que ha hecho, y en lo bien que hemos actuado al no confiar en ella. No le sirve de mentir, porque todas las mentiras que decía, no encajaban en este embrollo. Y además, hay que añadir su actitud fría y solitaria. Cuando se trataba de salvarse la vida, lo hacía, pero apenas hablaba con nosotros, y cuando lo hacía, la mayoría de las veces mentía. Y en lo que no puedo dejar de pensar, es cuando me colé por un instante en su mente, y luego, tras no saber que era yo, musitó unas palabras y salí de golpe de su mente. ¿Cómo lo hizo? ¿Y qué palabras usó? ¿Se las habrá enseñado Sombra o las habrá descubierto (o creado) ella misma?

Helen y las mujer alada llegan y la chica desenvaina al instante la espada, apuntando hacia el frente, a modo de protección cuando nos ven a todos a punto de atacarla. La mujer alada hace que sus uñas crezcan un poco y hace que salgan esos horribles y puntiagudos pinchos. Dragnus se coloca en una posición que, me recuerda a una leona a punto de atrapar a una gacela, y enseña sus puntiagudos dientes. Snowfall lo imita y Zarpas flota sobre todos nosotros, haciendo que parezca que el sol desaparezca.
-¿A qué vienes?-pregunta uno de nosotros.
-Sólo vengo a deciros, de parte de él, que por esta os habéis librado. Pero que a la vuelta os esperan desgracias y un horror profundo.

-¿Por qué?-pregunta Josh tras unos segundos de silencio.

Ella esboza una media sonrisa y se encoge de hombros, mientras que la mujer alada alza un poco el vuelo y la coge por los brazos.

Se marcha, y cuando ya no la tenemos en nuestros campos de visión, noto relajación en el ambiente. El alcalde viene hacia nosotros con una sonrisa y en cuanto lo veo, sé que hay algo que nos esconde, y que no es nada bueno. Saca un pañuelo del bolsillo de sus pantalones y se seca la frente, aunque no creo que esté sudando.
-Bueno, creo que ya va siendo hora de irnos a casa, ¿no?-Dragnus y Snowfall gruñen tan fuerte que se le agita un poco la camiseta y el alcalde esboza de nuevo una sonrisa, pero esta vez, algo nerviosa.-Está bien, creo que ellos dos han hablado por todos. Hablaré con el capitán rumbo a casa.

La gente se va dispersando y nosotros volvemos a nuestras habitaciones, y sólo Snowfall, Dragnus, Eddy y yo nos quedamos en la cubierta. Zarpas vuela cerca del barco para seguirnos, ya que si se posa en el barco, puede ser un desastre total.
-¿Qué os ha pasado a los dos?
-El olor que desprendía el alcalde, lo he olido en otra persona...
Medito lo que me ha dicho, y el corazón se me detiene por un instante.
-¡Dragnus! ¿No creerás...?
-Lo creo-dice, pero se corrige-lo creemos.
-¿Quizás usen la misma colonia?-digo con tono divertido, al menos, intentándolo.

-¡Noa! ¡Esto es serio!-dice y pido disculpas, además le digo que lo hablaremos más tranquilos en casa.

Miro a Eddy y veo que nos observa a Dragnus y a mí.

-¿Ocurre algo?-pregunta y niego con la cabeza y una leve sonrisa.

-Eddy, creo que nos debes de contar varias cosas...-le digo acercándome a él.-Vayamos al otro lado de la cubierta y reunámonos con los demás.

Nos dirigimos hacia el otro lado de la cubierta, donde ya están todos sentados en dos mesas que han unido. Le doy las gracias a Dragnus por avisar a los demás. Un camarero se acerca y todos le pedimos unos refrescos y se retira. Eddy y yo tomamos asiento y noto la mirada de Daniel sobre mí. Arqueo una ceja.

-Bueno, Eddy, creo que de nosotros, Noa es la que más temprano te ha conocido. Y no creo que le hayas contado todo desde Adán y Eva...-empieza Josh.

-Sí, Eddy, cuéntanos quién eres, de dónde eres y todo lo que veas importante para nuestro interés-dice con tono sarcástico Daniel, y no sé por qué.-Y no te olvides de saltarte partes importantes de la vida y tal.

Eddy levanta las cejas rápidamente sin saber muy bien de qué va el comentario de Daniel. Mientras el chico hace un pequeño suspiro, añado a Dragnus y a Snowfall a la conversación, aunque no sea mental, podrán enterarse de pequeños detalles según lo que yo vaya escuchando. Empieza a hablar.

-Me llamo Eddy Heffley y al igual que vosotros, conseguí unos poderes específicos con unos experimentos que me hicieron, creyendo que un humano vulgar, podía tener poderes sin tener que sufrir ni nada. Controlo el fuego.

-Un pirómano, para ser exactos-dice Cat y Eddy asiente.

-Pero no estoy loco ni voy por la vida provocando incendios, que es lo que es un pirómano, al menos la mayoría lo están-comenta con una sonrisa.-Vivo en una pequeña mansión, junto a Zarpas. Estamos dispersos por todo el país...

-Espera, espera. Cuando te refieres a “estamos dispersos”, ¿te refieres, a que hay más como nosotros en el país? Si, según ellos, vienen de un planeta...

-No, no. Os hacen creer eso. Todos los que somos... especiales, es que han experimentado por nosotros y luego, en algunas ocasiones, borran parte de la memoria y colocan otro tipo de... historia.

-Por eso, yo no digo que vengo de otro planeta-añade Daniel.-Simplemente, no recuerdo de dónde saqué los poderes.

-Os alejaron de vuestras familias, haciéndoos creer distintos tipos de historias. Eso era al principio, luego nos dejan un poco libres. O totalmente libres si creen que algunos serían una amenaza para la asociación-dice Eddy y al decir “amenaza” me observa rápidamente.-De donde yo soy, no lo recuerdo. Simplemente sé que estoy en una especie de asociación en la que, un hombre llamado Alex, nos llama “mutaciones” y es el que busca a los que estamos solos y nos cuida, y a los que nos controlamos mucho mejor, un caso como yo, nos asignan algo especial. Mi caso, era el de Noa.

El camarero llega, y nos coloca los refrescos sobre la mesa. Entonces, medito rápidamente y captándolo a la primera todas las palabras que ha estado diciendo Eddy.

-¿El mío?

-El tuyo. Debes de estar echa un lío. Te llevo siguiendo la pista desde que la otra, que era como tu, estuvo aquí. Es decir, sé lo que has hecho desde que tu otra yo estaba aquí.

-¿Quién era ella?

-Fuimos nosotros, es decir, fue Alex. Él creó una chica exactamente como tu e incluyó los poderes que ibas a tener. Pero, Alex no sabía cómo ibas a actuar, decía que posiblemente tendrías algún problema. Entonces, te atrapamos y te llevamos a un simulador donde tenías tu otra vida: escritora en un periódico de barrio, tenías hermano pequeño... Mientras estabas en esa vida, dejamos a la otra Noa sola, pero en algunos casos, se nos escapaba y te dejaba pistas, porque era consciente de que tu estabas en una simulación.

-Alex es vuestro jefe, ¿verdad? ¿Hay más? ¿Y cómo sabéis elegir a los humanos para asignarles los poderes? ¿Y cómo conseguís esos poderes?

-Sí, Alex es nuestro jefes, y más asociaciones como la nuestra y estamos en contacto con ellas. Alex es uno de los “mayores”, junto a otros jefes de otras asociaciones. Un humano es elegido por algún motivo que resalte en su composición: algún carácter “especial” en la sangre o cualquier cosa así, no me lo llegaron a explicar bien. Respecto al asunto de dónde sacan esos poderes... se necesita ser el ojo derecho de alguno de los mayores (o jefes, como queráis llamarlos) porque es un asunto extremadamente secreto y a quién se le confía, debe de estar en buenas manos-explica y luego frunce el ceño.-He oído algún rumor diciendo que desde hace décadas, crearon partículas con “aspectos” específicos: controlar el fuego, congelación, los cuatro elementos... Esas partículas adquirieron vida propia y así, nos introdujeron los poderes. Aunque es un rumor.