Capítulo 21

Hola tributos! :D

Siento la espera del capítulo 21, es que el miércoles fueron las historias de Halloween y ayer no pude abrir ningún word, por culpa del ordenador ¬¬ Pero ya sí puedo ^^ En fin, que aquí os dejo el capítulo 21. Espero que lo disfrutéis :3

Capítulo 21

Cae la noche y decidimos acampar, esta vez Katy se queda a vigilar. Antes de que ocurezca más, trepo a un árbol alto y busco la nieve. Un punto blanco. Al fin la encuentro y veo que estamos muy cerca, más que antes. Mucho más cerca. Ahora no es un punto blanco, como la definía Max cuando trepaba para ver nuestra posición, ahora es una enorme mancha blanca. Bajo del árbol muy contenta.

-¡Estamos muy cerca!-digo ilusionada.-Mañana a medio día estaremos en ella.

-Por fin pondremos beber agua-comenta emocionada Katy.

Acto seguido, saca un pájaro verde chillón y lo pincha en su lanza y empieza a quemarlo un poco en la hoguera. Esta noche no hemos hecho el techo de hojas, no puedo hacerlo yo sola. El pájaro poco a poco va cogiendo un color verde oscuro y termina cogiendo el color marrón, casi negro. Katy para de asarlo y se lo lleva a la boca.

-Ten cuidado.

Ella le pega un diminuto bocado. Haber si se va a morir por probar algo.

-Está bueno. Sabe a... ciervo.

Jasón y yo sacamos otro para cada uno y lo asamos y nos lo comemos. A los pocos minutos, ya es de noche y suena el himno del Capitolio junto al sello y salen las fotos de Max y de la chica del Distrito 7, la que le lanzó un hacha a otro chico el primer día. Creía que estaba muerta. Desaparece el sello y el cielo queda otra vez oscuro, y sólo nos iluminan la luna y la luz del fuego. Jasón se queda en la tierra y yo subo a un árbol a dormir. Esta noche hace frío, pero no tanto como las anteriores, así que no veo necesidad de usar el saco de dormir y se lo dejo a los tributos del Distrito 4, mis únicos aliados. Trepo a una gruesa y a bastante altura y apoyo mi espalda en el tronco y cierro los ojos.

A la mañana siguiente, Katy me levanta sacudiendo un árbol. Me bajo del árbol y veo que el fuego ya está apagado.

-¿Por qué no has escalado?-le pregunto a Katy mientras bajaba de la última rama de un salto. Ella gira la cabeza y mira a otro lado.

-Vértigo-contesta Jasón por ella, mientras pega unas últimas pisadas al fuego, que era él el que lo estaba pagando.

-No tienes por qué avergonzarte. Yo le temo al agua-miento para que ella se sienta mejor.

Dejamos el tema al lado y empezamos por no sé cuántas veces la ruta hacia la nieve. Los colores del amanecer ya han desaparecido y el cielo ya está azul. Lo bueno es que no tenemos calor, eso es algo positivo: la nieve anda cerca. Salto de alegría, por dentro. De repente, oigo un pequeño tintineo cerca mía. Katy y Jasón se paran porque también lo deben de haber escuchado. Giro sobre mis pies y lo distingo: a lo lejos, distingo un paracaídas plateado con algo colgando. Corro hacia él. Lo debe de haber enviado alguien, entonces caigo en la cuenta. Agua. Necesitamos agua porque seguro que estamos a punto de morir deshidratados, aunque es raro que sigamos vivos. Corro hacia el pequeño paracaídas plateado que ha caído encima de un arbusto y la tela se ha liado con las ramas del arbusto. Lo quito con mucho cuidado y le quito el resto de las hojas. LO que tiene el paracaídas es un cuenco plateado redondo que si estiras un poco, se separa de otro igual. Como un puzzle. Junto de nuevo los dos cuencos y corro hacia mis aliados, que me esperan en sus sitios.

-Mirad. Son dos cuencos para llenarlos de agua.

-Eso significa que estamos cerca de la nieve.

-Exacto. Pero, ¿por qué nos lo han enviado?

-Eso da igual. Lo importante es que nos va a servir.

Me encojo de hombros y los meto en mi mochila que llevo y nos ponemos de nuevo en marcha.

A los pocos minutos, nos llega una ráfaga de aire gélido que agita nuestros cabellos oscuros. Unimos un poco de energía que nos queda y echamos a correr en dirección de la ráfaga. En menos de diez minutos, estamos pisando manchas de nieve que se han mezclado con la tierra y la hierba del bosque. Corremos los últimos pasos y cuando nos damos cuenta, estamos sobre la nieve blanca. Un extenso y enorme sitio está lleno de nieve y tiene varias colinas y bajadas de nieve blanca. Caigo la suelo de rodilla y cojo nieve entre las manos. Nuestra alegría sigue y decidimos subir a una pequeña colina. La montaña está más allá de unos dos kilómetros de distancia, justo al norte de la pequeña colina en la que estamos situados. Si nos vamos hacia el este, vemos un pequeño lago helado.

-Venga, a beber.

Saco de mi maleta los cuencos y los separo. Katy se dirige al bosque para encender un fuego y poder derretir la nieve. Le paso un cuenco a Jasón y éste empieza a echar nieve en el interior del objeto hasta que consigue una pequeña montaña. Hago lo mismo y mientras intento modelar la nieve en el cuenco con las manos, algo frío me ha dado en el brazo, que lo tengo al descubierto porque voy en manga corta. Me desato la chaqueta de la cintura y me la pongo, ya que tengo la piel de gallina. Giro la cabeza y miro a Jasón que tiene una bola de nieve en la mano. Hago una un poco más grande y se la lanzo a Jasón, que le da en el hombro y se tambalea un poco. Está a varios centímetros de mí, así que preparo otra bola de nieve y corro hacia él para tirarla más cerca. Al estar lo suficientemente cerca, le lanzo la bola y le da en la mejilla y éste cae al suelo y yo, me resbalo con la nieve y caigo encima suya. Caemos rodando hacia el otro lado de la colina y ya no soy capaz de ver el bosque, excepto los picos de los árboles. Caemos riéndonos y yo ahora estoy debajo de él. Jasón sigue riéndose y yo paro, aunque de vez en cuando suelto alguna risita. Él para de reírse y se queda mirándome con sus ojos azules, como si estuviese en otro mundo y directamente me besa. Tras unos segundos, me aparto de él y giro la cabeza. Él se separa de mí y se levanta y me quedo tumbada en la nieve, con la mejilla derecha fría mientras él se sacude el pelo.

-Venga, vamos a beber agua-dice mientras me ayuda a levantarme con una mano y nos dirigimos a recoger los cuencos e ir junto a Katy.