Capítulo 16

Hola descendientes lectores! :D

Para empezar, desearos un feliz Día de los Inocentes y que no os gasten muchas bromas xD (a mí de momento no me han hecho ninguna ^-^). Deciros que ahora pondré alguna entradita sobre bromas que le podriáis hacer a amigos o familiares y por último, que he descubierto que Pilar Rubio nació el mismo día que yo!! xDD Estaba aburrida .-. No sabéis la cantidad de cosas que me surgen en la cabeza cuando estoy algo aburrida xD Bueno, aquí os dejo el capítulo 16 de mi tercer libro. ¡Ah! Os quería decir que estas vacaciones navideñas estoy adelantando todo lo posible mi cuarto libro ^-^ y deciros que este capítulo me resultó escribirlo... de manera rara .-. No sé cómo me salió, pero espero que os guste :3 Saludines!

Capítulo 16: Bandera roja ganada

Me giro rápidamente y veo a Amber, que tiene a su espalda, metida en el carcaj la bandera azul, la de mi equipo. Tiene una flecha cargada en el arco. Pone cara de asombro al ver que también tengo la bandera roja, la de su equipo.

-Creo que tienes algo que le pertenece a mi equipo-dice señalando con un gesto de cabeza la bandera roja.

-Y creo que tú del mío-digo con voz seca y cargo una fleca lentamente, ahora estamos las dos iguales.

-Oh, no, no, no... No lanzarás porque creo que te interesa esto-dice y da un paso hacia un lado y deja al descubierto a Nina, con una cuerda que le tapa la boca y está atada por las piernas y muñeca. ¿Eso vale?-Tu amiga por la bandera roja-dice.

-¡Es sólo una actividad de clase!-le digo.-¿En serio? Te tomas esto demasiado excesivo...-le digo, mientras me quedo dubitativa. 

Temo por la vida de Nina, que no tiene nada de protección y Amber ha dejado de apuntarme y apunta a la cabeza de Nina. ¿En serio la va a matar?

-¡Dios! ¡Amber, es sólo una actividad! ¿Por una vez que ganemos vas a ser un crimen? Si la matas, te expulsarán del campamento o te meterán en un centro de menores.

-Uf... ¿y?-dice encogiéndose de hombros.-Ya controlo mis poderes, puedo usarlos a mi manera. Yo no decidí estar aquí, además...-se queda callada.-¡Da igual! ¡No sé para qué te cuento esto! Venga, ¿trato o no?-pregunta alterada.

Le voy a intentar mentir.

-Mejor aún, mi vida por tu victoria y dejas libre a Nina.

-¡Mejor, mejor! ¡Ni, te muevas!-dice y suelta sus armas. Amber suelta a Nina que sale corriendo tras un gesto de cabeza que le hago. Amber vuelve a coger su arco con la flecha y apunta. Miro hacia el lugar donde estaba la bandera roja. Está a varios metros, en cambio, yo tengo que recorrer más metros.-¡Bajas las armas!-me grita y tiro al suelo el arco con su flecha cargada y el carcaj, pero cojo la bandera roja, otro plan me surge en la cabeza.

-Venga, dispara.

Ella lo hace y me agacho antes de que la flecha me toque.

-¡No vale!-grita y me abalanzo hacia ella y las dos caemos al suelo y rodamos por la bajada de tierra. Consigo ponerla boca abajo sobre la tierra, con un brazo paralizado sobre la espalda y le arrebato la bandera azul. Corro todo lo que puedo hacia mi territorio.-¡Annie! ¡Eres una tramposa, era un trato! ¡Vuelve y sé valiente, cobarde!-me grita.

-El valiente ha sido valiente hasta que el cobarde ha querido-le digo, aunque no me oiga.

Tengo poca ventaja, pero al menos, la tengo, que es lo bueno. Miro hacia atrás y veo que Amber sigue corriendo detrás mía cargando una flecha en el arco y apunta hacia mí, pero tropiezo por no mirar hacia delante. Casi me caigo, pero miro hacia delante y corro aún más. Miro de nuevo hacia atrás mientras una flecha viene directa hacia mí, pero esta vez si tropiezo con una persona y caigo al suelo rodando por otra bajada que hay, que antes no me acordaba que había. La persona con la que he tropezado es uno de mi equipo.

-¡Ay! ¿Annie? ¡Corre, corre!-oigo que me grita.

Paro de rodar y me apoyo con las manos. El recorrido se me hace largo. Tengo los brazos lleno de moratones por la caída y heridas de las que sale un poco de sangre. No veo a Amber, pero oigo sus gritos.

-¡Vuelve aquí!

Me arrastro como puedo hasta detrás de un árbol de tronco grueso, aún tengo las dos banderas, es lo mejor. Coloco mi espalda en el tronco y cierro los ojos, intentando parar de jadear. Miro por detrás del tronco y veo pasar a Amber, que sigue corrieno hacia abajo con el arco cargado de nuevo. Vuelvo la cabeza y miro asuelo, que justo a pocos centímetros de mí está Jerome, tumbado con los ojos cerrados y tiene en la cara algunos arañazos y en los brazos también.

-Jerome...-musito y veo que no abre los ojos. No pueden haberle dañado. Hago algo estúpido seguramente, pero las lágrimas salen de mis ojos y cuando tocan un rasguño, hace que me escueza.-Jerome contesta-le digo mientras lo acerco hacía mí.

-¿Qué quieres?-dice abriendo los ojos.-¿Por qué lloras?-pregunta y me seco las lágrimas.

-Porque soy una estúpida-le contesto con una sonrisa.-Parecías muerto.

-Es todo mentira-dice.-¡Vata! Tienes las banderas, ¡las dos! Amber nos la quitó. Corre, coloca la bandera roja en nuestro sitio y cuando lo hagas, sonará un gong.

-¿Y los demás descendientes?-pregunto.

-Es raro, pero Amber llegó y se cargó a la mayoría. Así que sólo quedáis tu y ella.

-¿En serio?

-En serio-dice un voz detrás mía, al lado del tronco. Amber.-Vamos, dame la bandera.

-Eso, ni lo dudes pero sólo cuando acabe de ponerla en el sitio que corresponde.

Me levanto y corro hacia el otro lado. Llego al lugar y veo a Nina y a sus compañeros de protección de la bandera en el suelo, junto a otros descendientes del grupo B y el mío. Mientras corro los últimos metros, tropiezo de nuevo con un brazo, pero no caigo al suelo, me tambaleo un poco pero logro estabilizarme.

-¡Lo siento!-digo y me acerco al trozo de tierra (húmedo por la protección de agua de mi equipo) que tiene un agujero ancho en el suelo para colocar la bandera.

Miro en dirección por donde he venido y veo que Amber no viene. Coloco la bandera roja y al clavarla en el suelo, ocurren tres cosas: la primera es que hemos ganado, la segunda es que giro la cabeza y veo que Amber tiene una espada en mano y me da un corte en el brazo y la tercera, que suena el gong, lo malo es que sonó cuando justo Amber me hacía el corte. ¿Es válido el corte?

Daba igual, la herida es algo profunda y está por encima del codo y no para de sangrarme. Doy un grito seco y me siento en el suelo y me pongo la mano para evitar que salga sangre, pero se me mancha enseguida de rojo y me la tengo que quitar. El dolor que tengo ahora es muy poco aguantable. Miro a Amber, que tiene una sonrisa en la cara de satisfacción. Ésta se agacha junto a mí y me susurra:

-Para que veas, que lo has lamentado. Ahora veremos si los enfermeros te pueden ayudar antes de que pierdas suficiente sangre.

-¡Estás loca!-grito entre lágrimas.-¡Loca de remate! ¡¿No te das cuenta de lo que haces?!-le grito y doy otro grito de dolor seco. La gente empieza a acercarse a nosotras y empiezan a pedir ayuda a gritos al monitor y a los enfermeros.