Capítulo 10

Hola gentecilla! :DD

Aquí os dejo el capítulo :) Lo iba a subir ayer, pero, a pesar de que hice huelga, no pude hacerlo, estuve todo el día estudiando para los dos exámenes que tenía hoy :] Espero que os guste. Ah! Ya teneis el nuevo personaje. Para acceder, pincha aquí.

Capítulo 10: Dragnus



Pasaron las semanas y el dragón algunos días crecía y otros se no, y llegaba a ganarse sus buenos centímetros cada vez que pegaba un estirón. Sus alas cogían una gran tamaño, cada una medía unos treinta y cinco centímetros de largo, o incluso más. El dragón ya me llegaba un poco más que por encima de la rodilla. Ya no es pequeño. Dragnus (así es cómo le habíamos puesto el nombre entre Niall y yo) me conocía cada vez más y de vez en cuando daba algún que otro aleteo, pero sólo volaba muy pocos centímetros del suelo. No sabía aún echar fuego por la boca, pero solía (y suele) escapar un poco de humo por la boca o por la nariz (y dejaba su olor a humo por toda la sala...). Niall y yo le óbamos cuidando mientra Josh se le acercaba de vez en cuando, sólo cuando nosotros dos le dábamos de comer o jugábamos con él. Cat parecía no querer saber nada sobre el dragón verde.
Ciero día, al levantarme, me vestí corriendo y no desayuné. Dragnus fue a buscar a Niall a la cocina y fuimos los tres al parque para enseñarle al menos a volar. Nos pusimos en un sitio alejado de la gente y cogí en mis brazos a Dragnus.
-Vamos a volar, pequeño-le dije y el dragón se puso de repente a temblar.-Es fácil, sólo empieza a mover las alas arriba y abajo. No te caerás, Niall estará cerca de ti.
Extendí los brazos, con Dragnus sobre mis manos. Lo impulsé un poco hacia arriba y éste empezó a mover las alas balanceándose y de manera torpe, un poco hacia los lados. A punto de estrellarse contra el suelo y Niall corriendo hacia él para cogerlo, Dragnus echó a volar en condiciones y empezó a moverse por el aire. Fue lo más magnífico que vi. Niall se colocó junto a mí y me comentó que le pareció ver a Dragnus crecer un poco mas. Era cierto.
Cuando el dragón bajó, pegó un estirón bueno. Ya me llegaba por la cintura y las membranas de sus alas ya no eran finas como antes, se pusieron algo gruesas. Le acaricié la cabeza en muestra de que lo hizo fabuloso.
- Lo que ocurre es que tiene que mejorar ese aterrizaje-le comentó Niall.
Estuvimos al menos dos horas practicando con el dragón. Sabía despegar bien y al hacerlo dejaba sus huellas bien plantadas en la tierra.
-Quizás en el cemento no ocurra-comenté.

Y aprendió a aterrizar mejor. Le cogió el truco, porque un niño de unos ocho años que paseaba por allí con el monopatín, le aconsejó a Dragnus que aterrizase con suavidad, posando primero las patas traseras y luego las delanteras.

A lo largo de esos días, estuvimos practicando y junto a Josh, le fuimos construyendo una habitación lo suficientemente alta y ancha para que cupiese el dragón. Lo hicimos en el terreno que quedaba al lado del edificio, que estaba vacío. Tuve que ir al ayuntamiento junto a Dragnus (el dragón volando, claro) para pedirle al alcalde que nos dejase construir una ‘casa’ para Dragnus. Éste nos lo otorgó directamente, sin querer ver al dragón (¿le daría miedo?). En una semana, terminamos de construir la sala, con césped artificial y las paredes pintadas de azul cielo. La altura y anchura de la sala eran enormemente considerables, ya que Dragnus se podía mover a su antojo y podía extender sus alas, ya que pronto alcanzó mi altura e incluso era más alto que yo. Su cuello y su cola eran largos (la cola más que el cuello), una parte de las alas se le pusieron de un verde más claro y cierto día… me asombré.

      Dragnus y yo somos como uña y carne, lo que pasa es que tenems poderes incompatibles, yo hielo y él fuego, pero nos queremos mucho, somos como dos hermanos. Hoy, mientras desayunaba, Dragnus estaba en su habitación ya que no cabe dentro del edificio. Pues eso, desayunando cereales, empiezo a oír una voz en mi cabeza.

-Tengo hambre, Noa.

Miro a todos, pero veo que nadie ha sido, así que sigo desayunando. La voz vuelve a aparecer en mi cabeza varias veces hasta que me pregunto, asustada y harta, quién es.

-¿No será Dragnus?-preguna Niall.

-¿Cómo va a ser él? Está en su habitación y no sabe... hablar-digo confusa, entiendo lo que ocurre.    

Me voy directa al frigorífico, cojo carne y salgo corriendo a la puerta que da a la habitación de Dragnus. Lo encuentro tumbado en el césped, que al oír que se abre la puerta, abre un ojo y estira el cuello, mirándome intensamente con los ojos negros.

-¿Tú me has hablado?-le pregunto con un tono de voz que parece que le estoy acusando. Dragnus sonríe enseñando sus dientes puntiagudos.-¡Pero si no sabes!

-Pero me comunico contigo por la mente, igual que tu puedes comunicarte conmigo por la mente o hablando.

Abro los ojos todo lo que puedo tras escuchar su inesperada respuesta hacia mi pregunta.

-¡Entonces me puedes leer los pensamientos!

-Sí. Pero tú a mí no.

-¿Los demás pueden hablarte y tu a ellos?

-Sí.

-¡Eso es genial!-digo ilusionada, pero hay un fallo… Ahora que se Dragnus se puede comunicar, a los demás (al menos a Josh y a Cat) no les hará mucha gracia…  Creerán que ahora sí que es un monstruo de estos que aparecen y lo van a matar…

-¿Qué te preocupa?

-¿Qué? Ah… Nada.

-Recuerda que no me puedes mentir porque tarde o temprano me voy a enterar al meterme en tus pensamientos.

-No me gusta que te metas en mi mente. Destruyes la privacidad.

-No lo haré, eres mi mejor amiga. Pero en casos extremos, lo haré. Ahora, dime qué te ronda por la cabeza-dice poniendo la cabeza en el suelo mientras yo me siento.

-Me alegra muchísimo que ahora puedas comunicarte con nosotros, pero… Los otros al principio creían que eras un peligro para la ciudad y los convencí en que no lo eras… Ahora, verán que puedes comunicarte y te verán que eres un verdadero peligro.

-¿Para ti lo soy?

-Desde luego que no. Pero ellos…

-Ellos y tres cuartos. Noa, da igual lo que piensen ellos. Cuando ataquen la ciudad, demostraré que no soy un peligro. Además, ya podrás volar sobre mí. Soy lo bastante fuerte y lo bastante grande.

-Que ganas tengo de que ocurra eso-le digo mentalmente por probar y Dragnus sonríe y me echa una mirada complaciente.