Aquí os dejo el cap. 11 ;)
Capítulo 11: Una más
Ugh... La humedad. Esta cueva tiene un aire húmedo y cargado,
apenas me deja respirar. El aire es caliente y agobia, además parece que nunca
se acaba. A cada paso que doy, se hace un poco más profunda. Y más. Y
más... Sólo se oye las gotas caer. El
techo tiene que estar cargado de agua. No se oye nada, dudo que aquí haya algún
ser vivo.
Al siguiente paso que doy, piso algo viscoso. Noto cómo está
pegado a mi suela del zapato.
-Me cago...-digo.
Separo el pie del lugar donde está eso. No consigo ver nada
(demasiada oscuridad) así que no me detengo y sigo andando.
Unos segundos más tarde, oigo un gruñido. Otro más. ¡Un último más
fuerte! Corro en silencio, el suelo es algo blando (muy poco, apenas) y
amortiguan mis pasos.
Pero ocurre algo. Salgo disparada cuando llego a un punto, algo me
ha dado en el estómago y me ha lanzado hacia atrás con una fuerza increíble.
Caigo al suelo sin soltar un grito, si decir nada. Me estampo fuertemente y en
un intento de levantarme, distingo levemente una especie de pie a punto de
aplastarme la cabeza, pero doy un giro y lo esquivo. Lo intenta de nuevo, lo
que sea que haya lo repite de nuevo y en vez de retirarme, creo una capa de
hielo que me protege. Mi atacante empieza a golpear fuertemente la capa de
hielo que he creado y la rompe, mientras los trozos de hielo caen sobre mí
(pero no me provocan daños). De nuevo, la especie de pie vuelve a atacarme y me
quito justo cuando me araña el estómago y me raja la tela. Por suerte, creo que
me ha arañado parte del estómago. Me toco y noto que me escuece, pero no echa
sangre. Me ataca de nuevo.
-Ya está-susurro.
Algo más ocurre, no me llega a atacar al final, pero sí en cierto
modo. Me congela. Me he convertido en un cubito de hielo. Bajo el hielo, cierro
los ojos y me duermo. No puedo hacer otra cosa.
Deben de haber pasado apenas una hora, pues noto el hielo no tan
duro sobre mi piel. Se derrite. Estoy
despierta, pero no abro los ojos. Oigo voces lejanas. Oigo a Niall.
-Qué suerte que hayas sido tú-creo oír.
¿Suerte?
Me intento dormir y lo consigo.
Una hora más. Mi cabeza ya la puedo mover y abro los ojos. Tengo
frío. Entrecierro los ojos por la luz que llega a mi cara, pero los voy
acostumbrando a la luz y los consigo abrir del todo. Veo a Niall. A Helen no. Y veo algo grande y blanco.
Snowfall.
La dragona gira su cabeza hacia mí y sonríe enseñando sus dientes
puntiagudos, pero con una mirada triste.
-¡Snowfall!
-Veo que no te he congelado hasta el punto de matarte-comenta.-Lo
siento mucho. Estaba muy oscuro y mi vista, a pesar de ser mejor que la de un
humano no consigue tampoco ver en la oscuridad, y sólo distinguía tu silueta.
Creía que era algo que podía hacerme daño.
-No pasa nada-digo, quitándole importancia. Aunque, claro, hay que
tener en cuenta que me ha hecho daño, aunque no la culpo por la explicación que
me ha dado.-¿Dónde está Helen?-pregunto mientras miro mi cuerpo. Me queda
descongelarme de hombros para abajo.
-Ha ido a recoger comida-dice Niall.
Mientras Snowfall raspa con sus zarpas el hielo y con mis poderes
intento quitarlo poco a poco. El hielo de Snowfall es el doble de fuerte que el
mío, teniendo en cuenta que ella es una dragona de hielo por naturaleza.
Además, ella está quitando el hielo con rapidez. Mientras el hielo de mi cuerpo
desaparece poco a poco, me doy cuenta de que cuando hemos encontrado a Snowfall
hemos podido tener contacto mental y según el mensaje de la tierra el primer
día que llegué (aparecí) aquí, decía que nada de conversaciones mentales.
Entonces, ¿cómo nos podemos comunicar con la dragona si habla siempre
mentalmente?
-Noa, ¿qué te ronda la cabeza?-pregunta la dragona mientras
arranca y araña la última parte del hielo de mis piernas, por debajo de la
rodilla.
-No sé cómo me puedo comunicar contigo mentalmente-le digo y Niall
se gira hacia nosotras.
-Fácil-dice él-tú puedes hablar con tu propia boca; la boca de
Snowfall es la mente. Cuándo el mensaje decía 'nada de conversaciones mentales'
se refería a distancia.
La dragona asiente, quita el último trozo de hielo de mis pies y
me agarra por una zarpa por la cintura. No me dice nada, lo hace porque ahora
mismo no siento las piernas, pero a los minutos llega Helen y siento mis
piernas. La dragona olisquea el aire y agita la cabeza. Sin que ella se dé
cuenta, la miro a sus ojos negros y me meto en su mente. Noto la fuerza de la 'muralla'
que rodea sus pensamientos. Ella se da cuenta de que me he colado, mirándome a
los ojos y noto que desaparece esa 'muralla'.
No me fío de Helen-oigo.
Aparto la mirada y dejo a la dragona con sus pensamientos. Ya son
dos los que no confían en la chica y yo estoy más de parte de ellos que de
Helen. No sé qué hacer. Helen nos ayuda en todo lo que puede, pero a la vez
puede estar guiándonos hasta el punto de morir. No entiendo por qué está aquí
si Sombra nos dejó el punto claro: llegar a la montaña. Ganar. Los otros,
morir. Me he dado cuenta de que he estado en mi mundo, por lo que me dice
Snowfall, que debe de haber entrado en mi mente sin darme cuenta.
-Así es la vida en este mundo conflictivo, habrá quien quiera tu
muerte y quien esté a muerte contigo
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