Aquí os dejo un capítulo nuevo ^^ No olvidéis comentar, please!
Capítulo 14: El desierto
A pesar del calor sofocante que hace, seguimos andando sobre la
dragona, para ir más rápidos. No vemos más que dunas de arena fina y clara, un
cielo despejado y el sol en lo alto, y las horas se nos hacen días. Apenas hay
vegetación; arbustos rodando, pocos cactus... Y de animales sólo vemos pequeñas
serpientes, algunos escarabajos negros y grandes y escorpiones. Es que no hay
más, el desierto es esto.
-¡Un oasis!-exclama Josh en mitad del recorrido y la dragona se
detiene, gira el cuello hacia él y lo mira, extrañada.
-¿Dónde?
-¡Ahí!-dice señalando a un lugar en lo lejos.
Entrecierro los ojos hacia el lugar que señala y no veo más que
arena.
-Sigue, es una alucinación de esas... un espejismo-le digo
mentalmente a la dragona mientras me deslizo hacia la posición de Josh, que va
el primero sobre Snowfall. Le pongo la mano en la frente y le paso frío.
Tiene las pupilas un poco dilatadas, pero parece que ya mejora.
Hago lo mismo con Niall y cuando llego a Helen, niega con la cabeza.
-¿Por qué?
-No me debes ayudar si no confías en mí.
-¿Hago bien?-pregunto enarcando una ceja. Se queda dubitativa,
pero al final se encoge de hombros y vuelvo a mi sitio, que es tras ella.
Cae la noche (por fin) y no encontramos ningún refugio. También
nos quedamos sin comida. Para dormir, la dragona blanca extiende sus alas y las
arquea de una manera como si fuesen tiendas de campaña. En una de ellas,
dormimos Niall, Josh y yo, mientras que en el otro, lado duerme Helen, sola,
porque ella ha querido. Snowfall duerme doblando su largo cuello y metiéndolo
en el ala en la que nosotros tres dormimos.
Por la noche, se oye un poco de viento hace vibrar las finas
membranas de las alas de Snowfall, y las temperaturas son bajas, sin embargo,
yo no tengo frío. Es más, me sienta bien esto, pero se oye a veces a Josh y a
Niall tiritar y me he despertado varias veces y observarlos en la oscuridad,
junto a la dragona y su brillo negro en los ojos cargados de preocupación. De
Helen no se oye nada.
La noche pasa y seguimos andando kilómetros sin divisar un poco de
tierra.
-¿No es raro?-pregunto.
-¿El qué?
-Esto de no haber visto aún tierra. Helen decía que era un
desierto, poco.
-Desde las alturas-añade.-Desde la tierra se tendrá otra perspectiva...
Snowfall ha tenido una idea y para darnos un poco de sombra, ha
puesto las alas de una tal manera que nos da sombra a todos.
Horas y horas de camino.
-¡Tierra!-anuncia la dragona y observo como de estirado
tiene el cuello y una sonrisa asoma en su cara, haciendo enseñar sus dientes
puntiagudos.
Recorremos los últimos kilómetros que nos quedan tras el anuncio
de la dragona. Una caminata calurosa y un poco agobiante, pero todos vamos
animados.
Justo cuando llegamos casi al límite del desierto, vemos a una
persona o a algo moverse lentamente hacia el bosque que hay.
-¿Qué es eso?-pregunto mentalmente a la dragona y mi vista
se pone como la suya, justo lo que hacía Dragnus. Observo a una silueta con
unas... ¿alas?-¿Cat?-pregunto asombrada, aunque quizás falle y sea un
espejismo de los míos. Pero no, esto es real porque Snowfall también lo ha
visto. Debe de ser Cat, de su espalda sobresale algo y se pueden ver sus rizos
pelirrojos.-Carga con alguien.
-¿Daniel?
Por la columna vertebral me recorre un frío escalofrío. Puede ser
él, porque Dragnus es demasiado grande y Cat lleva a rastras a otra persona.
-Aumenta el paso, Snowfall, no vaya a ser que los perdamos.
La dragona empieza a trotar como puede porque lleva peso encima y
sus patas no están hechas para correr. Están hechas para aterrizar, ponerse en
pie, atacar con las zarpas y todo lo que pueda hacer, pero no justo para
correr.
Si pudiese volar...
Pero no, no se puede según el mensaje. Y Cat seguro que tampoco
porque sino, no estaría andando ahora por el desierto cargando con Daniel o el
que vaya con ella. Niall no comenta nada cuando se lo explico, y Josh mete
prisa. En cambio, Helen se muestra impasible, como si no le importase mucho. Y
si lo hace, no lo muestra.
Snowfall lanza un gruñido fuerte al aire y yo, aún con la vista de
dragón, veo que Cat ha acelerado el paso por miedo a nosotros. Quizás piensen
que somos peligrosos.
Me bajo de la dragona blanca cuando quedan pocos metros de
alcanzarlos y echo a correr.
-¡Cat! ¡Daniel!-grito y veo que se detienen (ya con mi vista
normal).
A pesar del agobio que tengo por el calor que hace, sigo corriendo
y con un poco de energía que rebosa de mí por ver de nuevo a ambos. Sobretodo a
Daniel.
Cat gira en dirección a mí de forma rápida y asustada y creo ver
una sonrisa en su cara cuando me reconoce.
Llego hasta ellos dos, seguida tras unos segundos de los demás.
Abrazo a la chica, que ha dejado a Daniel en el suelo. Puede que ella me haya
tratado de manera mala, de mi punto de vista, pero aún así la quiero como amiga
y no le vendría mal un abrazo reconfortante. Me arrodillo en el suelo junto a
Daniel, que está tumbado y le doy un breve beso, en los labios y luego en la
frente. Pero al dárselo en la frente noto que está muy caliente y está en grave
estado de heridas.
-¿Qué le ha pasado?
-Llevamos unos días en el desierto. Me lo encontré aquí tirado y
así de mal. Me asegura que estuvo en una cueva ya lejos de aquí...-baja la voz,
y en un susurro, me dice:-pero yo creo que ha sido una alucinación y lo de la cueva
de de haber sido producto del calor.
Sin perder tiempo, montamos a Daniel sobre Snowfall y ella hace de
nuevo sombra con sus alas mientras yo me coloco también sobre ella y le pongo
las manos en la frente al chico, que no ha abierto los ojos ni ha hablado.
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