De verdad que siento MUCHÍSIMO mi inactividad durante toda esta semana (10-11 días sin publicar nada!!!), pero he tenido problemas con mi ordenador (no arrancaba) y, bueno, he cogido el portátil de mi hermana que va algo lento, y me he tenido que pasar los capítulos aquí, al portátil, para poder publicar estos días :3
Pues eso, siento muchísimo mi inactividad, pro ha sido por culpa de los estudios y del ordenador, sorry >_<'' Por otro lado, os dejo el capítulo 13 de Diario de una Nefilim, que ahora será la historia principal del blog :) También tengo algunas noticias nuevas, que iré publicando estos días (si puedo).
Espero que al menos lo del ordenador se arregle, estoy cansada de no poder cogerlo y no haber podido publicar absolutamente nada.
Disfrutad el capi!
Click en más información para leer el capítulo ^-^
Capítulo 13
Lo único que hemos hecho nada
más meternos en la habitación es correr las cortinas y meternos cada una bajo
las sábanas correspondientes de su cama. No se oye nada, a veces los pasos de
otros nefilim volviendo a sus habitaciones por seguridad o por recomendación de
un ángel. Cada vez que oigo los pasos, me meto más bajo las sábanas hasta
quedar cubierta y sólo oír mi respiración. Ce y Naty tienen aún las alas
desplegadas a pesar de estar en la cama y “ha cubierto”, pero yo las he
escondido porque me temblaban. No tengo miedo a lo que ocurra ahí fuera, tengo
miedo a lo que le ocurra. No he visto nunca a un demonio, pero con sólo
imaginármelo, se me pone la piel de gallina y empiezo a temblar.
-¿Por
qué creéis que habrán venido?-pregunta Naty y su voz me suena lejana a causa de
que estoy totalmente cubierta.-¿Creéis que han venido para dejar la batalla? ¿O
para...?
-No lo
sabemos, Naty, y si tienes tanta curiosidad, vete hacia fuera-le corta Ce y
noto que su voz suena dura y firme, aunque debe de estar en realidad asustada,
como la mayoría de los que estamos en esta casa.
Pasan
los minutos que pasan como horas: largos. No se ha oído ningún paso más en los
pasillos de la planta desde la pregunta de Naty y su correspondiente respuesta.
No lograremos nada si no sabemos qué ocurre. ¿Y si ya se han marchado y no lo
sabemos? ¿Y si ha ocurrido algo grave y nos debemos de enterar? ¿Y si sólo ha
sido una falsa alarma y los ángeles lo tenían todo bien montado para enseñarnos
algo? De todas las preguntas, hay una solución que es salir de la cama y bajar a
ver qué ocurre, porque si no lo descubrimos, estaremos aquí sintiendo miedo
hasta que no venga alguien y avise.
Me
levanto decidida y Ce y Naty se sientan en la cama y me miran fijamente cuado
llego a la puerta.
-¿A
dónde vas?
-Abajo.
-¡Estás
loca!-grita Ce en voz baja.-¡Te puede ocurrir algo!
-Quiero
ver qué pasa que no ha venido nadie a avisarnos de que ya puede haber pasado
todo. Prefiero ver qué ocurre antes que quedarme aquí y pasar miedo cuando
quizás, no esté pasando nada y todo haya pasado.
Dejo a
Ce con la boca cerrada y Naty me mira con preocupación, pero asiente levemente.
-Yo no
me puedo permitir eso. Soy demasiado...
-No te
preocupes-le corto a Naty antes de que acabe.
-Ten
cuidado-me dicen las dos a la vez.
Toco el
pomo de la puerta y lo giro despacio.
Asomo
la cabeza y no veo a nadie así que deslizo el cuerpo y salgo hacia afuera. Noto
que las cicatrices de la espalda correspondientes a las aberturas de las alas
me arden, pero que en realidad son las alas quiénes quieren salir y las saco
suavemente, disfrutando de la sensación que producen. Me pongo en el borde de
las escaleras y bajo rápida y lo más silenciosa que puedo, haciendo que sólo se
oiga el aleteo de mis alas. Llego a la planta principal y me acerco al umbral
de la puerta y me quedo ahí. Veo a dos personas con las alas desplegadas y
oscuras hablando con Dan, Arriane, Gabbe y Jack y no veo a ningún nefilim.
-Curiosear,
está mal-dice una voz femenina.
Junto a
una columna, hay una chica con las alas desplegadas y negras grisáceas con destellos
dorados en las puntas y un sol tatuado en el cuello. Tiene el pelo negro como
el carbón y los ojos castaños claro. Me sonríe entrecerrando los ojos y yo
vuelvo sin decir nada a la habitación a toda velocidad mientras oigo decirle:
-Éstos
nefilim curiosos...
Llego a
la puerta de la habitación y entro rápida y me apoyo en la puerta, algo
exhausta; recorro el corto pasillo que hay y lo primero que veo son a Naty y a
Ce en la esquina que hay junto a la pared y la cama de Ce y a un chico, más
alto que yo, de piel pálida, pelo oscuro y ojos verdes de pie entre la cama de
Naty y la mía, con sus alas desplegadas que son de grandes como las de Dan,
pero... doradas.
Un
demonio.
Al
verme, sonríe y se cruza de brazos.
-¡Tú
debes de ser Doona! Dan me dijo que desde septiembre u octubre, lleva
interesado en ti, una nefilim. Te quiero llevar conmigo por las buenas, así
que, ¿puedes venir conmigo y con los de mi bando hacia nuestro refugio, por
favor?
-¿Para
qué?
-No
tiene nada que ver con la batalla, tienes un poder que pocos poseen y me
gustaría conocer más sobre ese poder.
-¡Miente,
Doona, está mintiendo!-me avisa Naty y el chico la manda a callar.
-No sé
ni tu nombre. No pienso ir contigo.
-Cam.
Me llamo Cam. Entonces, si no es por las buenas...-suspira indignado-es por las
malas.
El
demonio se acerca a mí con paso seguro y saca del bolsillo de su sudadera una
cuerda. Intento alejarme de él, pero acabo junto a la puerta arrinconada como
lo está un ratón a punto de ser devorado por un gato. El chico coge mis alas y
me las ata por mi espalda, desde la raíz, haciendo que no las pueda mover ni
agitar ni nada. Luego, saca otra cuerda del bolsillo y en un intento de atarme
las muñecas, me escapo por debajo y me acerco a Naty y a Ce para que hagan
algo, pero están asustadas y no les da tiempo ni a volver a respirar cuando Cam
me coge por detrás rodeándome por la cintura y me ata las muñecas con la gruesa
cuerda.
-Ahora,
vámonos.
Me coge
con los dos brazos y me echa al hombro como si fuese un pastor y yo su oveja
muerta. Sus alas me tocan la cara y no puedo evitar mirar hacia otro lado que
no sea su espalda. Salimos por el balcón y antes de salir volando, me coloca de
nuevo en el suelo y me pone un pañuelo tapándome la boca y atado atrás de la
cabeza. Esto es un secuestro y no sé para qué me quiere, creo que me he dejado
llevar. De todos modos, hiciese lo que hiciese me iba a coger.
Me
carga de nuevo al hombro y echa el vuelo. En el aire, pasa por encima de las
dos personas y los cuatro ángeles de nuestro bando mientras veo cómo la chica
del pasillo sale, se une a los otros dos y echan el vuelo debiendo de dejar la
conversación a medias. Destapo mi boca como puedo mientras veo cómo Dan me ve y
alza el vuelo hacia mí a toda velocidad, pero Gabbe le detiene y niega con la
cabeza. La chica de antes del pasillo llega a mí y sólo me da tiempo a gritar a
pleno pulmón el nombre de Dan. La chica niega con la cabeza mientras pone una
sonrisa traviesa, me vuelve a poner la tela en la boca y me pone en la cabeza
un saco negro.
Lo
último que oigo es un grito desesperado de Dan diciendo mi nombre.
No hay comentarios:
Publicar un comentario