Aquí os dejo nuevamente un capítulo más, de Diario de una Nefilim, que es ahora la historia principal del blog (por si no lo recordabais) y si aún no has empezado la historia, un poco más arriba podrás encontrar la lista con todos los capítulos de la historia :3
Disfrutad el capítulo! ^-^
Capítulo 14
Me despierto en una sala, ya sin
saco en la cabeza y sin tela en la boca. Aún tengo atadas las manos a la
espalda, pero noto la cuerda un poco más fina que la que usó aquel demonio.
Sentada en el suelo, observo la sala. Es una habitación de paredes blancas y un
suelo parqué de un tono gris. En el techo, dos barras fluorescentes están
encendidas alumbrando la estancia. No hay ventanas, sólo una puerta de hierro
en la pared que tengo frente a mí y un cuadrado pequeño por el que cabría un
ratón en una esquina del techo; el conducto de ventilación. Además, hay en una
esquina una cámara de vigilancia negra con un punto rojo que parpadea. En la
estancia se está bien por el aire fresco que pasa por el hueco con rejas de la
ventilación, pero siento una claustrofobia que me molesta, y no tengo esa clase
de fobia. Forcejeo las muñecas para soltarme pero es inútil, me siento débil,
deben de haberme dado un medicamento o algo para sentirme débil y sin ganas de
nada. Cierro los ojos y me quedo de nuevo dormida.
Ya despierta por segunda vez, las
luces no alumbran tanto, deben de haber bajado el brillo de éstas. Me pongo en
pie, con un poco más de energía que antes y me acerco a la puerta. Empiezo a
pegar patadas y a gritar que me saquen de aquí, pero nadie responde o hace
algo. Cuando ya llevo pataleando la puerta y pidiendo ayuda unos minutos, suena
una voz.
-Ay,
callate ya maldita nefilim.
-¡Quiero
hablar con el chico que me trajo hasta aquí!-pido.
-¿Te
refieres a Cam? ¿Para qué?
-¡Quiero
hablar con él!
No hay
respuestas, pero a los minutos, la voz cambia y se suena otro tono. El del
demonio.
-¡Doona!
Cuánto tiempo sin oír tu voz, en realidad han sido un par de horas, pero me
alegra escucharte. Me han llamado, ¿qué quieres de mí?
-No,
qué quieres tú de mí. ¿Por qué me has secuestrado?
-Chist,
no te he secuestrado, te he cogido prestada un rato. ¿Quieres que entre y
hablemos?
Hago un
gruñido. ¿Me puede ver? A parte de la cámara, no hay nada más. Me hecho hacia
atrás al escuchar la cerradura de la puerta abrirse y entra el demonio con sus
alas doradas y sus ojos verdes, que los clava en los mío directamente.
-¿Hay
algo más a parte de la cámara?
-Bueno,
no debería de decírtelo, pero hay un cristal que tu no ves por el que había una
persona vigilándote. La cámara es de grabación, no de vigilancia-explica y me
guiña un ojo.
-Ah.
Explícame algo, ¿no crees?-le digo con tono serio.
-Sí,
para eso he entrado-dice, suspira y continúa.-Verás, Doona, desde hace milenios
(antes de que tu nacieras) algunos ángeles caímos del Cielo.
-Lo
sé-le corto y arquea una ceja y se mira sus zapatos de lona.-Continúa.
-Qué
conste que yo no he tenido la idea de convertir a humanos jóvenes en nefilim.
Pero han empezado a hacer eso por la simple razón de que, los dos bandos
siempre han estado equilibrados, y desde que Dan eligió el bando del Cielo,
ambos bandos se han desequilibrado.
Sus
palabras lo explican todo, pero...
-¿Por
qué esta batalla?
-¿Batalla?-frunce
el ceño.-Oh, no, no, no. No es una batalla, os lo han explicado mal. Sólo vamos
a hablar de bando a bando. El vuestro cree que podéis liberar a los nefilim
convertidos y volverlos a ser humanos con no sé qué antídoto que está
preparando Gabbe.
-¿Cómo
lo sabes?
-Dan es
mi hermano y desde que se enteró de esto, me gritó enfadado que prepararían un
antídoto para solucionarlo. Uno que volviese a los nefilim convertidos en
humanos haciendo olvidar todo lo que sabían de nosotros-sonríe al ver que he
abierto mucho los ojos al oír que él y Dan son hermanos.-Aunque lo veas
imposible, lo somos.
¿Él y
Dan? No tienen mucho parecido; Dan tiene un bronceado exacto en la piel
mientras que el demonio es pálido. Dan es rubio y Cam moreno. Dan es bueno y
agradable; Cam es malvado e intimida un poco. Se me hace imposible ver que es
la verdad. ¿O miente?
-Dime
ya por qué me has cogido.
-No te
vamos a hacer daño-dice-estás muy abajo de la superficie, nadie te va a
molestar salvo otros ángeles de mi grupo que te traerán comida y agua y te
observarán o yo para ver cómo estás. El día en que llegue la batalla, perdón,
charla, te llevaremos con nosotros y te usaremos un poco como cebo para que Dan
deje a un lado estas tonterías y acabe todo esto. ¿No se da cuenta de que,
aunque conviertan a los nefilim en humanos todo seguirá igual? Los bandos están
casi equilibrados y nosotros suponemos que es mejor.
-No lo
vas a conseguir. Nuestro bando se volverá de nuevo alto.
Cam se
encoge de hombros, se da media vuelta y sale de la estancia.
Ya veo
con claridad qué es lo que quieren hacer. Por una parte, Dan me mintió, no lo
hizo por mi bien, lo hizo por el bien del bando, lo hizo en general, eligió por
mí. Eligió el bando del que quería ser por mí. Por una parte es una trampa, cuando
acepté unirme a la “batalla” a la que Cam llama “charla”, porque él elige el
bando. No sólo él, Gabbe, Arriane y Jack también.
Pero
este bando (el de Lucifer) también está mal, miente. Coge a humanos jóvenes
inocentes y los convencen mostrándoles qué son y enseñándoles asuntos y no sé
que más. También eligen por los nefilim convertidos.
Un
nefilim no tiene por qué elegir en seguida, tiene que esperar hasta que vea
conveniente y preparado y elegir el bando que quiera. Yo no hice eso, no caí en
la cuenta, en la trampa que me tendió Dan. Entonces, me llego a preguntarme:
¿Dan me mintió diciendo que me quería (y lo sigue haciendo) sólo para que me
quede en el bando? ¿En su parte? ¿Para que no haya un equilibrio exacto entre
los bandos? ¿Para que el Cielo sea más 'poderoso'? La pregunta me deja
exhausta, como si estuviese vacía por dentro. No quiero ningún bando de
momento. Quiero ser una nefilim que, cuando llegue su hora elija por sí misma.
Pero ya
no hay vuelta hacia atrás.
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