Aquí os dejo un capítulo más, espero que os guste y no olvidéis comentar!! :DD
Capítulo 18
Vuelo lo más rápido que mis alas
me permiten, creando fuertes ráfagas a mi paso. Aún conservo el paquete pequeño
y negro entre las manos. Sé que Cam vuela más rápido que yo, pero porque tenga
que ser así no significa que me tenga que dejar atrapar. Me detengo en el aire
y dejo que se acerque a mí a toda la velocidad que viene, parece querer
atraparme y tirarme al suelo desde tanta altura. Cuando está a pocos
centímetros de mí, doy un aleteo hacia arriba y Cam sigue volando hacia delante
sin percatarse de que me he quitado de en medio. Vuelo un poco más alto y vuelo
hacia la derecha, alejándome del demonio. Oigo un gruñido de fastidio de él y
sigo volando sin mirar atrás. <<Yo puedo>> me digo.
Fue un touché,
me cogió por sorpresa, sabía más o menos lo que iba a hacer. Me coge por los
hombros a tal fuera que caigo hacia abajo. Caemos rápidamente. Muy rápido.
-¡Soy
mitad humana! ¡No te serviré si me matas desde tal caída!-le grito aunque
esté frente a mí, a pocos centímetros.
Frunce
el ceño. Luego me da un giro y quedo por encima de él, aunque me he obligado a
plegar las alas por si llegaba a caer y seguía viva no romperlas. Cam me agarra
y me da una especie de abrazo, hasta que nos estampamos en el suelo.
Nada
más caer, me quito de encima girando hacia un lado en el suelo y toso un poco.
Se ha levantado mucho polvo y me he obligado a cerrar los ojos. Tras unos
segundos, ya no hay arena levantada ni polvo y los rayos de sol veraniego los
noto en mi cuerpo. Yo he salido bien, pero...
-¡Cam!
Abro de
golpe los ojos y me levanto con un poco de esfuerzo y me dirijo hacia el
demonio, que está tumbado en el suelo respirando tranquilo.
-¿Estás
bien?-le digo apoyando las manos sobre él mientras se sienta poco a poco y le
ayudo a incorporarse.
-Sí,
creo. Sólo el hombro dislocado, pero eso para mí es como un moratón-dice y se
toca el hombro izquierdo (yo estoy en el lado derecho) y empieza a moverlo
hacia delante y atrás y en círculos.-Ya lo tengo bien.
Le
ayudo a ponerse en pie y me observa.
-Tienes
sangre en las manos y un poco en la cabeza-comenta mientras me toca la cabeza
con cuidado. Es cierto, no lo había notado hasta ahora, la sangre roja que sale
un poco de la herida que tengo en la frente. No estaba bien protegida por él
cuando impactamos en el suelo, estaba casi fuera de sus brazos.
Me
quita la mano de la cabeza y hábilmente me arranca parte de la camiseta grande
de Maug y el trozo de tela lo parte en otros dos y cada uno de ello me lo
enrolla en las manos, a modo de venda para que no salga más sangre por los
rasguños. Arranca otro trozo de tela de la camiseta (largo) y me lo enrolla
alrededor de la cabeza. Apretando fuertemente para que deje de emanar sangre de
la herida.
-Vamos-me
dice y niego con la cabeza.-Tienes que venir. No puedes volver ahora. No cuándo
quedan...
-Tampoco
quiero volver a esa casa. Quiero volver con mis padres.
No se
sorprende, pero tampoco insiste. Simplemente me coge y me carga al hombro. Se sacude las alas doradas que aún las tenía
fuera (incluso con el impacto) y alza el vuelo, en dirección a la casa. Le pego
en la espalda, en las zonas por donde puedo y no sirve de nada, solo hace que
yo presione las palmas y note que la sangre vuelve a salir. Al girar la cabeza
como puedo y ver que nos acercamos a la casa, sólo me queda una posibilidad.
Le cojo
las alas entre mis brazos. Todo lo que puedo.
Cam
gruñe y descendemos.
-Doona,
suelta, ¡nos vamos a caer!
-¡Déjame
libre y yo suelto!
Cam
niega con la cabeza mientras descendemos poco a poco, da unos giros en el aire,
muchos y hace que me maree y suelte las alas. La zona da muchas vueltas y
siento un poco de nauseas. Cam ha dado muchas vueltas.
Por fin
llegamos a tierra firme... de la casa del bando “enemigo” y nada más pisar
suelo, aún sigo mareada y doy arcadas. Cam no me quita el ojo de encima. Vuelvo
a estar bien y cuando el demonio lo nota, se acerca a mí y me empuja despacio y
con suavidad por la espalda hacia el interior. ¡No! ¡Yo debería de estar ya
libre! Gruño de la rabia que me da, con el esfuerzo que nos ha costado a Maug y
a mí salir de aquí. Bueno, mejor dicho a Maug ayudarme a mí y yo salir. ¡Esto
está mal!
-Ahora
te vas a dar una ducha y vas a volver a tu habitación.
-¿La
antigua?
-La
nueva, pero mandaré que hagan rápidamente unos cambios...
Me
lleva por pasillos y no puedo parar de suspirar y gruñir de rabia. Me quito el
gorro de la cabeza y guardarlo en... Espera, ¿y el pequeño paquete negro?
-¿Buscas
algo?-pregunta mientras me ve palpando los bolsillos de mi pantalón.
-Tenía
un... un paquete negro conmigo.
-Luego
iré a buscarlo personalmente.
No tengo
más remedio que asentir.
Tras ir
por varios pasillos, por fin llegamos a una puerta de color gris con el símbolo
del muñeco de una mujer, propio de unos servicios.
-Ahora
mismo están vacíos. Puedes ducharte tranquila. Cerraré la puerta para que nadie
te moleste. Tienes que cambiarte y ponerte ropa limpia.
-Haré
magia...-digo con ironía.
-Uf-suspira-usa
esto. Me da una bolsa pequeña negra.-Lo que desees, puede salir. Pero no sirve
para seres vivos. Luego, mete la mano.
Frunzo
el ceño, pero pruebo. Medito antes en lo que quiero sacar y pienso en la ropa
que me regaló Dan, en el vestido-camiseta, los pantalones, la muñequera y las Converse.
Me la imagino extendida en mi cama de la casa de mis padres y la detallo
mentalmente lo mejor que puedo. Cuando creo que ya debe de estar, meto la mano
y parece que no tiene fondo, pero cuando ya llevo el brazo metido por el codo,
noto una suave tela entre mis dedos.
Cam
sonríe cuando me ve con los ojos como platos.
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