Tras varios días de reseñas cinematográficas, es hora de publicar un capítulo ^-^ Aquí os dejo el capítulo 34. Espero que os guste! Y comentad qué os ha parecido :3
Capítulo 34: El Bosque del
Eucalipto
Me despierta un sonido
molesto, un pitido incesante. Empiezo a abrir poco a poco los ojos y un poco de
claridad entra por la ventana. Deja ver una habitación muy bien equipada y un
poco desordenada: tiene muchos pósteres por la pared, de paisajes que me
asombra (un volcán en erupción, un tornado en un campo, un remolino en el
mar...) y algunos tranquilos (un mar al atardecer, un bosque tranquilo...).
Después, tiene una mesa con un portátil gris encima y una silla; otra silla donde
tiene ropa bien doblada y un armario con pegatinas de símbolos raros.
Busco el incesante pitido
y descubro que el despertador que marcan las seis y media de la mañana. ¿Las
seis y media? ¿A esta hora se despierta él? No tengo ganas de sacar un brazo y
cortar el pitido, pero éste en seguida para. Daniel está profundamente dormido.
Qué raro que no se haya despertado. Cierro los ojos con el fin de dormirme un
poco más y aprieto la mano. Los abro de nuevo y miro mi mano: mi cabeza está apoyada sobre el brazo de
Daniel y tenemos las manos entrelazadas. Nos debemos de haber movido por la
noche. Sonrío. Aún no sé qué sentimientos tengo hacia él, pero sus sentimientos
son claros hacia mí.
Duermo un poco más durante
unos minutos hasta que él me despierta.
-Buenos días-me dice y
giro la cabeza hacia él y le doy un beso en la mejilla. Daniel se asombra ante
mi inesperado acto, pero luego sonríe.
-Me apetece desayunar. Nos
vamos a poner en marcha ya pronto. Luego nos vemos-le digo mientras me pongo en
pie y me marcho por puerta.
Bajo corriendo a toda
prisa a mi cuarto, me pongo el uniforme y me peino con una cola.
-Josh me ha dicho que
nos reunamos fuera. Que nos vayamos directamente hacia fuera-me dice
Dragnus mentalmente.
-Vale.
Me ahorro el paseo hacia
la cocina. Me dirijo hacia la puerta y me encuentro por el camino a Niall, que
lleva algo entre las manos.
-Buenos días, Niall-le
saludo y él se gira mostrando lo que tiene entre las manos: una bandeja
bastante grande de color rojo está llena de sándwich.-¿Qué haces con esa
bandeja?-pregunto levantando una ceja.
-Me he despertado aburrido
y me he puesto a hacerlos. Ya que no podemos desayunar, nos vendrá bien algo
para la búsqueda-dice mientras empezamos a andar hacia la salida.-¿A Dragnus le
valdrá con este sándwich?-dice señalando con la cabeza un sándwich con varios
panes y que tiene mucho embutido (salchichón, jamón...). Me encojo de
hombros.-¿Y a Snowfall?-dice y miro otro sándwich de la misma altura. Los demás
son más pequeños y están envueltos en papel de orillo.
-De ella no sé qué
alimentación tiene, yo solo le doy la misma carne que a Dragnus, así que
supongo que sí. Pero eso lo que lo sabe es Daniel.
Llegamos a la entrada
donde ya estamos todo y Daniel está abriendo la puerta de los dragones y que
una vez abierta salen los dos de manera majestuosa. La puerta se vuelve a
cerrar y nos unimos todos. Menos mal que el edificio está en una especie de
plaza y que los dos dragones pueden estar cómodamente. No me percato de que
Josh tiene una especie de mochilas y una cuerda de la que se debe de tirar de
ella. Un paracaídas. Trago saliva. ¿Qué está pensado que hagamos?
-Bueno, os explico. Niall
ha tenido el honor de prepararnos unos bocadillos porque vamos a estar todo el
día fuera del edificio. Esta búsqueda no es sólo mirar con normalidad y ya
está; aquí buscar por todos los lados. Todos. Además, no vamos a perder mucho
tiempo en que los dragones aterricen y nos bajemos, así que todos saltaremos en
paracaídas.
-Excepto yo, que tengo que
buscar por esta ciudad y además, tengo las alas-comenta Cat. Josh empieza a
repartir una mochila a cada uno y nos las colgamos.-Noa, irás sobre Dragnus,
que te dejará a las afueras del Bosque del Eucalipto y te tirarás en
paracaídas. Los demás, iréis en Snowfall que os dejará sobre vuestras zonas y
saltaréis. Dentro de las mochilas, tenéis un mapa de la ciudad. Noa, lo siento,
no te hemos podido dar ningún mapa-dice la chica con una mirada fría que hace
que me ponga nerviosa.
-Eso es todo, si tenemos
problemas nos comunicaremos con los dragones y nos informaremos unos a
otros-añade y termina Josh.-Suerte a todos.
Sobrevuelo con Dragnus
toda la ciudad y pasamos de largo el bosque negro en el que me he penetrado dos
veces ya, donde vive Billy. Me pregunto si habrá llegado ya de su reunión. El
Bosque del Eucalipto está a unos kilómetros más allá que de ese bosque oscuro.
Dragnus sin decirme nada, me pone su vista de dragón y distingo a lo lejos un
punto verde de un tono fosforito, y mi vista vuelve a la normalidad.
-El Bosque del
Eucalipto-me dice.-Dicen que es un lugar maravilloso.
-Suena genial...-digo
con un tono de voz falso.
-¿Qué tal la noche,
eh?-me pregunta y gira la cabeza hacía mí con una sonrisa malévola.
-Bien.
-Yo solo pregun...-empieza
a decir girando la cabeza hacia delante, pero se para y se vuelve hacia mí.-¿Qué
has dicho? ¿Bien?-pregunta asombrado con la boca abierta.-¿Ligando?
-¡Y un cuerno!-le
digo.-He dormido muy bien. Pero...
-Ya lo sé. No sabes qué
sentimientos le tienes. ¿Tu crees que no te leo la mente?
-¡Eres...!-le
digo a punto de decirle algo malo, pero hace una vuelta y eso hace que me caiga
hacia abajo desde varios metros de altura.
-Tira de la cuerda, Noa.
Espero a que caiga varios
metros hasta que veo algunos arbustos y entonces es cuando tiro de la cuerda y
sale el paracaídas y me da un tirón brusco hacia arriba. Caigo hacia abajo
tranquilamente hasta que toco la tierra y caigo de rodillas. Me deshago del
paracaídas y miro si hay algo dentro de la mochila y lo único que hay es el
sándwich de Niall y una lata de refresco de naranja. Veo cómo se aleja mi
dragón verde. No es más que un punto verde alejándose. Suspiro y me pongo en
pie y miro al bosque de colores vivos que está a penas a unos metros de mí. Me
cuelgo la mochila y corro hacia el Bosque del Eucalipto.
En pocos minutos, me
adentro un poco en el bosque. Todo son colores vivos y las plantas son de todas
clases, tropicales sobre todo. Hay animales fantásticos: ya he visto a dos
ciervos con unos cuernos enormes, tortugas con caparazones de grises de
piedras, ardillas con un muelle de pelos sustituyendo a una cola normal,
mariposas lo suficientemente grandes para ponerse en las flores y hacer de
pétalos y mariquitas verdes que se colocan en los troncos de los árboles para
que parezcan que éste está cubierto de musgo. El bosque tiene un aroma a frutas
y flores, muy agradable. A veces de fondo, se oye el piar magnífico de los
pájaros.
Es un verdadero paraíso,
pero aún no he visto ningún hada de las que dicen los demás. Quizás ellas me
estén viendo ahora, pero yo no. Quizás me estén persiguiendo y no me he dado
cuenta... Eso ahora no importa mucho (aunque tengo unas ganas terribles de
encontrarme con una), así que sigo andando. Es difícil encontrar una puerta o
un tronco o algo secreto, ya que puede estar camuflado muy bien. A las dos
horas de caminata, consigo encontrar un lago redondo y no muy grande (ya que
puedo ver la orilla del otro lado) así que me preparo para comer un poco y
descansar.
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