Aquí os dejo el segundo capítulo del día, el noveno de Diario de una Nefilim. ¡Por cierto! Ahora en el instituto, se me están ocurriendo un montón de ideas para los tres libros que estoy escribiendo ahora (la segunda parte de Diario de una Nefilim, el otro que no tiene aún nombre xD y el tercero y último de los 4H). Se me ocurren mientras hago una idea, al ver a un compañero de clase pasar por mi lado o estar atendiendo en clase y de repente... ¡PUM! ¡Idea! Jajaja xD Muchas veces, cuando estoy bloqueada, me pongo a mirar a la pared y se me ocurren detalles para continuar, así que imaginaos xD
Aquí os dejo el capítulo 9!
Capítulo 9
Me despierto cuándo noto un aleteo cerca mía y abro
los ojos poco a poco. Dan está junto a mí desplegando las alas a la vez que se
pone sus zapatos. Me apoyo con un codo sobre el mantel y le miro.
-Hola-me
dice en un susurro. No contesto, pero le sonrío.-Hay que empezar con las
clases. ¿Recuerdas?
-Humm...
sí.
Me
acuerdo. Mientras Ce, Naty y yo nos adaptábamos a la casa, había un horario en
un tablón de anuncios que había en la entrada. Ce le hizo una foto con su móvil
y lo hemos copiado.
-¿Qué
te toca ahora?
-Hum...-me
lo pienso bien, casi no lo recuerdo-creo que lucha cuerpo a cuerpo.
-Te va
a tocar con Gabbe. Ten cuidado que ella puede parecer muy dulce, pero seguro
que sales mal herida de ahí.
Noto un
escalofrío por las alas y no puedo evitar echarlas hacia atrás. ¿Saldré herida?
Dan se pone en pie y me extiende una mano que la acepto con mucho gusto y de un
impulso me ayuda a levantarme. Volamos hacia la casa y al estar cerca de la
entrada, aterrizamos y plegamos las alas. Nos dirigimos con las manos
entrelazadas hacia el comedor, que es una sala grande con unas mesas largas y
unos bancos para sentarse. Hay una mesa redonda donde se sientan Jack, Dan,
Gabbe y Arriane.
Antes
de que se vaya hacia la mesa donde se debe de sentar, me da un beso en la
frente y se dirige hacia su lugar. Encuentro entre la multitud a Ce y Naty y me
siento frente a ellas. Junto a mí, se sienta un chaval unos centímetros más
alto que yo, de pelo rubio ceniza que le cae en la frente hacia un lado y ojos
azules.
-Me
podía sentar aquí, ¿verdad?-pregunta y asiento con la cabeza.-Gracias, soy un
poco nuevo en esto y no tengo por aquí a muchos amigos. Me llamo Peter.
-Doona-digo
y le ofrezco la mano. La suya está suave y me recuerda a cuando haces pan y
tienes las manos polvoreadas de harina.-Ellas son Ce y Naty.
Peter
resulta ser un nefilim del norte del país que se mudó cerca de la casa hace
unos meses. Tiene un acento que nunca he oído, pero se le entiende bien.
Controla la telequinesis, como Naty. Yo, a pesar de que levito un poco, también
creo que tengo otro poder, pero no sé cuál. Ce es raro pero no tiene ningún
poder, aunque Arriane le ha dicho que para conseguirlos, tienen que
desarrollarse. Los cuatro nos vamos hacia la clase que tenemos ahora. No lo he
dicho, pero Peter también es de nuestra planta, así que está con nosotras.
Llegamos
a una sala con una zona cuadrada en el centro y rodeada de vallas de cuerdas
tensadas, parecida a la de los combates que echan por la televisión. La sala
empieza a llenarse con algunos más y pronto, una chica alta de pelo rubio
recogido en una cola entra.
-Acercaos.-Hacemos
lo que pide y pronto estamos en un lado de la zona elevada y la miramos (ella
está encima).-Soy Gabbe y conmigo vais a dar lucha cuerpo a cuerpo.
-¿Con
una chica como maestra?-pregunta uno del fondo y Gabbe con un dedo dice que se
acerque y el chico, alto y de ojos castaño claro se monta y se coloca junto a
Gabbe.
-Despliega
esas alas-dice ella y el chico lo hace. Gabbe también.-Ataca.
El
chico arquea una ceja y luego decidido le lanza un puñetazo a mucha velocidad y
que Gabbe esquiva con un movimiento de cabeza.
-¿Sólo
sabes hacer eso?-vacila Gabbe y el chico le intenta dar otro puñetazo, pero
ella le coge la muñeca, da un giro y en un instante está detrás del chaval y
poniéndole su brazo sobre la espalda. Una llave. El chico empieza a hacer
ruidos de molestia, pero Gabbe no lo suelta.-¿No sabes qué hacer? ¿Te molesta
que sea yo la que enseñe?
El
chico niega con la cabeza y Gabbe lo suelta asintiendo con la cabeza. Explica
que vamos a tener varias peleas durante los siguientes días, pero antes
aprendermos a atacar y a defendernos sin usar nuestros poderes. Una chica de
piel morena como Dan y de pelo negro pregunta por qué sin poderes y Gabbe sólo
se molesta en decir que eso lo aprenderemos con Arriane. En nuestra clase de
hoy (como es la primera) Gabbe nos va a evaluar y nos va a dar una puntuación
que ella cree apropiada para nosotros. Así que nos dará dos puntuaciones; nivel
de ataque y nivel de defensa. Lucharemos contra ella.
Poco a
poco, se presentan a la primera voluntarios y salen con heridas y
moratones. Una chica sale sangrando por
la nariz. Cuando ella pide más voluntarios, nadie levanta la mano o dice un
“yo”, pero entonces, ella empieza a sacar a gente que no ha salido aún. Coge
una lista de una mochila que traía con ella y saca un folio en el que, me
imagino, estarán nuestros nombres. Sale Naty porque su apellido empieza por una
de las primeras letras del abecedario y se mete en el cuadrado. No puedo mirar
cómo va a salir Naty de ahí, así que me vuelvo y cierro los ojos. Gabbe silva
cada vez que acaba una pelea y oigo los pasos de Naty. Me vuelvo hacia ella y
veo que tiene un moratón en la mandíbula y también sangra por la nariz. Sale Ce
y acaba peor que Naty. Debe de estar adaptada a usar sus poderes y al no
usarlos ahora, sale más dañada. Gabbe mira la lista, arquea una ceja, vacila en
si decir el nombre o no y luego se salta lo que iba a decir. Llama a Peter.
Pasa junto a mí y no tengo más remedio que desearle suerte.
Lo
conozco desde hace poco, pero mi cerebro me hace no mirar y cuando la ángel
silva y Peter pasa junto a mí, veo que ha salido bien, sólo con algunos
moratones en los brazos. Los que han peleado ya han salido a tomar el aire o
han ido al servicio ha echarse agua. O se han quedado sentados junto a la pared
gimiendo de dolor. Miro a Gabbe; solo quedamos sin pelear cuatro o cinco.
-Doona,
te toca-dice cuando mira la lista y me echa un vistazo. Trago saliva y subo con
paso tembloroso.-Ya sabes, sin usar poderes ni alas. Usa el cuerpo.
-Técnicamente,
las alas forman parte del cuerpo de un nefilim-comento y esquivo un
puñetazo.-¡Eh! ¡No estaba lista!
-No soy
Dan-dice con una sonrisa.
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