Diario de una Nefilim: Cap. 10

Hola :}

Manbius al final no ha podido publicarlo ella ahora, así que me lo ha dejado a mí para que lo haga por ella xD Me ha mandado el gif y todo. Yo subiré un capítulo el día que ella no pueda o algo así, lo estamos viendo xDD 
Aquí os lo dejo de parte de ella. Me ha dicho que no olvidéis comentarlo ^^

Capítulo 10

            Esquivo puñetazos, patadas y toda clase de movimientos que me asesta Gabbe. Me cubro con los brazos partes del cuerpo con la cara o el estómago y los brazos se me quedan dormidos y doloridos por el golpe fuerte de Gabbe. Creo que estoy aguantando más que los demás. ¿Se lo habrá pedido Dan? Al preguntarme esto, hace que baje la guardia y Gabbe me asesta un puñetazo en la mandíbula y me la deja dormida. Me paso la lengua por los dientes de esa parte para ver que ninguno se ha movido o se ha roto. Suerte.

Esquivo una patada alta que me intenta dar en la cara y derrumbarme, pero me agacho y paso mi pierna como si fuese un cepillo y la tiro al suelo. Le intento dar una patada en el estómago, pero ella gira y me esquiva, haciendo que falle y caiga hacia atrás. Ella viene hacia mí y me pega una patada en el estómago, no muy fuerte y me obligo a sentarme, pero ella viene detrás de mí, me coge por el tobillo y me echa hacia atrás. Yo debo de estar amoratada por el estómago y los brazos y la mandíbula, sin embargo, ella está tan bien desde que piso esta sala.

-¡Ya! ¡Basta, basta!-grito antes de que me vaya a hacer algo.

Se acerca a mí y se agacha.

-Nivel de ataque, ocho. Nivel de defensa, 9.

Hago una especie de gruñido, me levanto lentamente y salgo hacia fuera. Me meto en el cuarto de baño de las chicas que no es más que un cuarto con unos lavabos, un espejo rectangular y tres váteres detrás con las puertas de color rosa. En uno se oye llorar a una chica, pero sólo se oye sorber la nariz y algún que otro gemido. Me pregunto quién será.

Me miro en el espejo y observo mis brazos, pálidos y con zonas moradas. Presiono en una para ver cuánto aguanto y veo que es imposible. Me echo agua en los brazos y un poco en el moratón de la mandíbula. El agua fría me alivia bastante. Al salir, veo que todos se han ido y sólo me espera Naty.

-¿Ya ha acabado la clase?-ella asiente con la cabeza.-¿Y Ce?

-No aguantaba una clase así y se ha ido al cuarto. Dice que cuándo vea conveniente bajará.

Asiento con la cabeza y observo que ya no tiene la nariz sangrando y que su moratón de la mandíbula está mejor que el mío. Nos dirigimos hacia la siguiente clase, que es al aire libre en unas mesas y bancos como los del comedor. ¿Quién será el profesor que nos toca? Naty me comenta que en el tablón de anuncios ha visto que Gabbe nos enseña la lucha cuerpo a cuerpo; Jack, el chico bajito y de piel morena nos enseñará a usar en condiciones las alas; Arriane los poderes y Dan peligros y tipos de ángeles que pueden haber. Entonces, medito. Si Dan nos va a dar un poco de “historia” o algo así, nos debe de dar fuera o dentro, es decir, que posiblemente nos toque ahora con él. Llegamos a una zona amplia con una bonita zona ajardinada. Losas de un tono pastel están colocadas en el suelo formando un círculo y una mesa redonda con sillas está sobre esa zona. Hay una pizarra cuadrada entre dos árboles y  macetas de girasoles (algo grandes) rodean la zona de piedras de color pastel. Todos los girasoles miran en dirección al sol. Me encantan los girasoles, han sido siempre mi flor favorita. Los que vamos llegando vamos tomando sitio y me siento junto a Naty y Peter. Ce no ha venido, así que debe de sobrar un sitio. Frente a cada silla, hay un libro grueso y de tapa azul oscura con unas alas blancas dibujadas. Siento curiosidad por ver lo que hay dentro, pero al intentar abrirlo una voz suena.

-No abráis aún los libros. ¿Es que lo tengo que decir siempre en cada nuevo grupo? ¡Sois muy curiosos!

La voz suena lejana, pero a la vez muy cerca. No está por los alrededores, así que miro hacia arriba y veo un punto plateado acercase y aterriza en el centro de la  mesa redonda.

Dan.

Pliega las alas y se baja al suelo. Lleva unos vaqueros negros y una camiseta azul con unas deportivas y el pelo rubio le cae por la frente. Siempre igual de atractivo. Dan se sienta en su silla correspondiente, en la misma mesa circular, haciendo que lo tenga justo delante. ¿Prefiere mirarme directamente antes de sentarse junto a mí? Bah, da igual, lo que me gusta de él es que clave sus ojos grises en mí y sonría.

-Me llamo Dan y conmigo vais a aprender un poco sobre los ángeles y poco más. Nada de luchas-dice y deja de sonreír cuando ve mis brazos, que los escondo bajo la mesa-nada de poderes y nada de alas. Un poco de historia.

Empezamos la clase con Dan y nos enseña sobre los ángeles caídos, que, exactamente son Sergio, Arriane, Gabbe y él y los del otro bando, con los que vamos a luchar. Los ángeles caídos son aquellos ángeles que vacilaron o que no quisieron elegir en su momento a qué bando pertenecer, y que, durante nueves días cayeron a la tierra y poco a poco, fueron eligiendo. Dan comenta que eligió hace poco. Además, nos enseña algo sobre unos 'Proscritos'. Los Proscritos son ángeles que también cayeron y que 'están' (no del todo) del bando de Lucifer, el bando contrario a este y que el Cielo no los acepta (cuyo motivo no nos quiere explicar). Son ángeles que quedaron ciegos de vista, pero pueden ver las almas de todas las personas (y no personas) y guiarse a través de ellas. Son ángeles muy inteligentes y que nunca mienten, además de que son grandes guerreros y no tienen piedad con nadie.

-Más vale no cruzarse con ellos-comenta Dan-pues tienen un gran número de armas.

-¿Qué tipos de armas?

-Los Proscritos tienen varias, las que más usan son las más letales y con el solo roce de ellas, que son las flechas estelares, pueden matarte.

-¿Cómo?-exclamo-¿Quieres decir que esas flechas te pueden matar si te tocan?

-Exacto. Vosotros, que sois medio humanos medio ángeles sólo podrían matar vuestra parte inmortal, pero ¿por qué no os podrían matar de todos modos? Como he dicho no tienen piedad con nadie.

-Y, ¿qué pasa con los humanos?-sigo preguntando, la curiosidad me puede.

-Les sale un simple moratón.

-¿Qué aspecto tienen los Proscritos?

-Pues... tienen ojos vacuos y la piel muy pálida y pelo o blanco o muy claro. Las alas las tienen como sucias; marrones, grises... Como si estuviesen estropeadas por el tiempo.

-Cuenta más-le exijo y él asiente con la cabeza y con una sonrisa.

Dan sigue contando algo sobre las flechas estelares. No solo nos pueden matar a nosotros, también a ellos. Son las armas más peligrosas para un ángel y los Proscritos son los que tienen más. Nos matan si tocamos la punta o nos clavan una en cualquier parte del cuerpo.