Capítulo 25
-¿Qué habéis estado haciendo?-pregunta mientras se sienta en un sofá individual.
-Jugar al tenis-contesto.
-Ah-dice y acto seguido pone una pierna encima de la otra.-Os tengo que comentar una cosa. Pero antes, Tobi, me conoces, ¿no?
Mi nuevo amigo asiente con la cabeza.
-Perfecto. Kat, Tobi, os tengo que comentar una cosa cómo os acabo de decir-dice bajando la pierna que tenía encima de la otra, se inclina hacia delante y suspira.-Ha aparecido un vampirano cerca de aquí, relampagueando se tarda unos veinte minutos. Es fácil llegar. Marck ha ido a seguirlo unos días, estáis bajo mi cargo. Si el vampirano descubre a Marck tendré que ir yo y si necesito refuerzos, tendréis que venir conmigo.
-Espera, espera, espera...-digo porque no sé si he oído bien.-¿"Tenéis"? ¿Los dos? ¡Está loco-le grito.
El vampiro pone los ojos en blanco y dice:
-Él es un humano, tu medio vampiro y yo vampiro. Le paso mi sangre al chico y le convierto en medio vampiro y los dos juntos formáis un vampiro completo, más o menos. Fin del asunto. Tobi, colócate aquí, al lado mía y extiende las manos-explica.
Giro la cabeza hacia Tobi. Él se encoge de hombros, se levanta y se pone al lado del vampiro.
-No lo haga. No sabemos aún si Marck podrá contra el vampiro-digo, para que no convierta a Tobi en un medio vampiro. Es un buen chico, no quiero que pase por lo que estoy pasando yo.
-Sí, ¿y si pasa cómo yo he contado, de que nosotros tenemos que ir a ayudarle? Tendréis que poneros en forma y Tobi el primero, que es el que necesita más ayuda. ¡Ah! Y tu serás la que le enseñe las cosas que yo te he contado.
-Sí, claro, yo ahora paso de ser aprendiz a maestra. Ni en sueños, no sé tantas cosas-replico.
-Pero las necesarias para sobrevivir, sí-dice poniéndose de pie.
Yo gruño y salgo fuera de la habitación, hacia el banco del porche para soltar todo los pensamientos negativos que tengo hacia el vampiro. Hace un poco de brisa y no paro de repetir de mala manera sus palabras: "Las necesarias para sobrevivir, sí", "las necesarias para sobrevivir, sí". ¡Lo odio! Maldito vampiro viejo.
Pasan los minutos y estoy sola en el banco, contemplando los tulipanes. Se abre la puerta de la entrada de la casa, giro la cabeza y veo a Tobi, que la vuelve a cerrar.
-No te enfades, yo quería ser como tu-me dice y se sienta al lado mía.
-Tus palabras no me sirven para quitarme el enfado- Es un... ¡arg!-gruño y miro de reojo a Tobi, que se me queda mirando atónito. ¿Qué le ha sorprendido?
-Mira-me dice enseñándome el brazo izquierda. Tiene cerca de la muñeca dos puntos muy pequeños, casi invisibles.-Son la marca que me han dejado sus uñas. Me ha pasado un paso de sangre de vampiro por el brazo. Me ha contado que tu bebiste un líquido.
-Sí, es cierto-le digo cogiendo su brazo izquierdo encima de mi mano derecha y con mi mano izquierda le toco los dos puntitos que ya no se notan.-Estás frío, como yo.
-Sí, me ha dicho que a los chicos la sangre se nos enfría más rápido que a las chicas-comenta. Le suelto el brazo y gruño otra vez.
-¿Ves? ¡Eso a mí no me lo ha dicho!-digo enfurecida.
-¿Tienes dinero?-me pregunta.
-Sí. ¿Por?
-Coge lo suficiente para comer una hamburguesa-me dice.
Gruño por lo bajo, entro en la casa y subo a mi habitación a coger algo de dinero.
No hay comentarios:
Publicar un comentario