Capítulo 10
-Eres Lennie, ¿verdad?
Ella, sorprendida, se gira y me mira.
-Sí, ¿cómo lo sabes?-dice con una voz suave, totalmente diferente a su tono brusco de ayer cuando ella le gritó al monitor que ella era tributo y tenía derecho a estar en cualquier puesto de aprendizaje.
-He oído hablar de ti. ¿Sabes? Eres inteligente-le suelto, aunque no quería decir eso. La chica sonríe y le suelto:-Me refiero a lo que ocurrió ayer, en el puesto de los frutos...
-Ah, tu debes de ser Debbie, la chica a la que el público veía de forma rara. Ja, ja, ja-se ríe.-Gracias por el cumplido, creo.
El ascensor se para y mientras los dos tributos del Distrito 3 se van a un lado, cojo a Max del brazo y me lo llevo a un rincón.
-Podríamos tener a Lennie en el equipo, parece lista, aunque no muy fuerte. Pero podría servirnos de ayuda. Sólo a Lennie, al chico no.
Max frunce el ceño y se queda pensativo, pero al cabo de varios segundos, contesta.
-Tu lo has dicho, parece inteligente. Da buena impresión, hay que comentarlo con Katy y Jasón-dice y hago un gesto de confirmación con la cabeza.
Tuvimos que esperar varios minutos para que todos los tributos estuviesen. Los profesionales estaban de pie, en un lado de la planta de entrenamiento soltando carcajadas. A veces, le echaba miradas a Lennie y veía que comentaba con su compañero cosas que deben de interesantes, porque éste la interrumpía y tenía la cara de emocionado. Por fin, todos estuvimos reunidos y la monitora no apareció, así que un monitor (creo que era uno del puesto de combate cuerpo a cuerpo) gritó desde su sitio que la monitora se había puesto enferma y que podríamos empezar hoy sin su discurso. Me dirijo al puesto de enseñanzas de pesca y me encuentro a Jasón allí.
Me extraña verlo en un puesto que para él, debe de ser para gente que no viva en el Distrito 4.
-Hola-saludo y él gira la cabeza para mirarme.-¿Tu no eres del Distrito 4? ¿No se supone que ya deberías de aprender a pescar?
-Es la idea de tu mentora-contesta.
Me quedo dubitativa hasta que logro entender sus palabras y asiento. Empiezo por contarle el tema de unir a Lennie en la alianza.
-Jasón, en el ascensor nos hemos encontrado con los tributos del Distrito 3 y me gustaría que se uniese la tributo chica, Lennie. Parece lista aunque no esté en forma. Podría servirnos de ayuda-explico.
Jasón se queda pensando unos momentos hasta que al fin abre la boca para decir algo.
-Me gusta la idea. Max habrá acertado, ¿no?-asiento con la cabeza.-Habla con Katy.
Me extraña que se haya decidido muy rápido, con eso de que es un profesional y tal. Jasón y yo estuvimos aprendiendo a hacer nudos, aunque prefería que Jasón me explicase cómo hacerlos, mejor que el monitor. De vez en cuando me llama "chispas" aunque no quise preguntarle por qué, así que yo empecé a llamarle como le llamaban sus amigos; Jas.
En la comida, estuve también al lado de Jasón hablando de los Distritos de cada uno y me percaté de que Max estaba también con Katy, echando algunas risas. Katy me ve mirándola y asintió con la cabeza. ¿A qué se refería? Busco con la mirada a Lennie y la encontré al lado de su compañero. Miro a Katy y muevo la cabeza en dirección al lugar donde estaba Lennie y ella asiente con la cabeza y se vuelve a unir con la charla de Max.
-Jasón, Katy quiere que Lennie esté con nosotros-digo, ilusionada.
Entonces me fijo en que a Jasón se le ha cambiado el color de los ojos, de verde mar a azul intenso. Me quedo mirando sus ojos un buen rato hasta que él se da cuenta de que le estaba mirando. Enseguida bajo la vista y la pongo fija al suelo y noto que las mejillas se me encienden.
-Me parece bien. ¿Por qué estás roja?-me pregunta.
Empiezo a ordenar los sentimientos que tengo por Jasón. A parte de ser un buen chico, resalta su buen estado físico, por no hablar de la capacidad que tiene para hacer amigos, su inteligencia y amabilidad. Además, adoro el color de sus ojos. Vuelvo a la realidad cuando noto el peso de su mano sobre mi hombro.
-¿Qué? Ah, nada nada, cosas mías-digo con una sonrisa y veo que sus ojos han vuelto a su color: verde mar.
El resto del día y el siguiente lo paso sola o con la compañía de Jasón, olvidándome por completo de Katy, Max y de Lennie, aunque parece que Katy y Max se lo están pasando bastante bien entre ellos. Al día siguiente, estoy en varios puestos, algunos por los que ya he pasado, como tiro con arco o el puesto de nudos. Otros que he probado nuevos, como el de camuflaje (que se me da fatal) o el combate con espada. El último día de entrenamiento, por la noche ya en nuestra planta a la hora de cenar, estamos todos muy animados.
-Mañana es vuestro último día de entrenamiento, aunque ni siquiera entrenaréis porque será vuestra sección privada con los vigilantes. ¿Ya sabéis que vais a hacer delante de los Vigilantes? Tened en cuenta que después os valuarán de un uno al doce-explica Clare.
-Yo no lo sé, lo consultaré con la almohada-dice Max y algunos sueltan algunas risitas.
Cuando Clare y Amy me lanzan una mirada, yo me encojo de hombros indicando que estoy igual que Max; no sé qué demostrarles a los Vigilantes. Cuando la cena termina, todos nos quedamos sentados en la mesa hablando sobre la Arena. Sobretodo habla Amy y nos cuneta anécdotas de sus Juegos. Mi paciencia llegó hasta un punto; no aguanté la charla, añoraba a mi casa, necesito relajarme, así que me despido de todos y me meto en mi habitación.
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