Para acabar bien el puente (vaya asco, con lo bien que estaba yo sin hacer nada, jugando a los Sims, al AC, dibujando, leyendo, escribiendo... TmT) os dejo un capítulo :3
Espero que os guste ^^ No olvidéis comentar :)
Ah! Mañana y pasado tendréis caps. de Diario de una Nefilim, que esta súúúper abandonado T_T
Capítulo 15: Tras el dragón
A Cat le hemos servido agua, y a Daniel también a pesar de que
estaba inconsciente. También le he tenido que quitar la camiseta, estaba
demasiado caliente. Hemos conseguido llegar al bosque y nos hemos adentrado un
poco para alejarnos del desierto y de su maldito calor. Hemos encendido una
hoguera y la dragona y Helen han ido a buscar comida. Josh y Niall aseguran
haber oído el sonido de agua, así que han decidido buscar alguna fuente de agua
potable antes de que anochezca, que por cierto, está a punto de hacerlo.
Helen y Snowfall llegan con unos animales conocidos a los que
estamos asando ahora en la hoguera. Daniel aún no ha despertado y me preocupa.
-Josh y Niall han salido hace rato a buscar agua-comento.-Dijeron
que iban a volver antes de anochecer... y están tardando-le digo a la dragona
con una mirada de súplica para que vaya a buscarlos o algo.
-No hace falta. Ya estamos aquí-dice Niall justo cuando termino de
hablar. Llegan con unas hojas grandes que han convertido en conos y están
llenas de agua.-¿A qué no sabéis a quién hemos visto?
-No, no, qué nos 'parece' haber visto-le corrige Josh.
-¿El qué?
-Escondido entre los árboles, había una silueta verde y grande,
unos metros más allá, junto al estanque de agua potable que hemos
encontrado-explica Niall.
-¿Dragnus?
Ambos se encogen de hombros.
-Lo hemos llamado por su nombre y creemos que se ha movido, pero
no ha venido.
Trago saliva. Debe de ser él.
Cenamos y mientras lo hacemos, planteamos un plan. Al final, tras
breves disputas, decidimos buscar a Dragnus, que no se debe de haber movido del
lugar que dicen Josh y Niall. Porque nada más nos queda él para trazar un plan
definitivo y salir de esta isla. Porque estamos todos. Hago el recuento: Josh,
Niall, Cat, Daniel, Snowfall y yo. Quitamos a Helen. Nada más queda él. La cena
se hace larga a causa de las cortas discusiones y me hecho a dormir junto a
Daniel, aún sin despertar. Me apoyo en un codo y lo contemplo, acariciando con
la otra mano su pelo castaño revuelto.
-No te preocupes-me comenta la dragona.-Todo saldrá
bien, estará durmiendo sus horas necesarias...
La miro y le sonrío tristemente: no es verdad, lleva dormido,
posiblemente, más de un día.
La noche ha pasado tranquila. Nos despertamos todos temprano,
cuando el sol empieza a bañar con sus rayos el cielo y lo deja en tonos
naranjas y amarillo. Amanece.
Mejor dicho, ya ha amanecido. Mientras me estiro, contemplo a los
demás. Daniel sigue durmiendo o inconsciente, ya no estoy segura. Cat está
tumbada junto a la dragona mirando el cielo y Niall parece conversar con
Snowfall mentalmente porque sonríe mientras la mira.
-¿Y Helen?-pregunto.-¿Dónde está Josh?
-Josh ha ido unos árboles más allá para hacer no sé qué
cosa-explica Cat.-Helen… no he caído en ella.
-¡Ha escapado!-grita
mentalmente la dragona mientras olisquea el aire.-No anda lejos. La huelo.
Veo cómo se le abren los orificios de la nariz a Snowfall hasta
que, de repente, mira hacia un lado y estira el cuello en esa dirección. Luego
echa a correr. No dudamos en seguirla recorriendo algunos metros.
Llegamos a un bonito lugar con un estanque en el centro de donde
un riachuelo sale por uno de sus extremos y desaparece entre los árboles,
dejando sólo el sonido de su agua. Snowfall olisquea de nuevo el aire y luego
se acerca un poco más y con las zarpas agarra a Helen, que estaba escondida
entre los arbustos.
-¡Con que intentabas huir!-grita Cat.
-¿Qué hacéis?-pregunta Josh, que aparece unos centímetros más a la
derecha del lugar que ocupaba la chica.-Hablad más bajo o Dragnus se
despertará-grita en susurros señalando al otro lado del estanque.
-¿Dragnus?-pregunto, sin captar de verdad el nombre, saboreando de
nuevo su nombre. Un sabor dulce llega a mi paladar y no puedo evitar recordar
aquel huevo de dragón de color verde que vi en el parque. Mi pequeño dragón. Al
menos, era pequeño.
Snowfall se agacha al instante en un intento de camuflarse, pero
sus escamas blancas resaltan demasiado en un bosque donde todo es verde. A
Dragnus le es más sencillo.
-Sólo puedes ir tú-dice Josh.-Helen y yo nos hemos levantado
temprano para vigilarlo.
-¿Por qué yo?
-Bueno, eres la que mejor conoce a Dragnus… además, nos da algo de
miedo que al despertarlo de golpe nos ataque-comenta Josh un poco avergonzado.
-Ya, y a mí no, ¿verdad?
Helen se aclara la garganta. Pongo los ojos en blanco. En
realidad, tienen razón, aunque no del todo. Los arbustos suenan detrás de
nosotros y vemos que la dragona se ha ido.
-Daniel se ha despertado-me
dice ella y me entran ganas de ir para ver cómo está.-Ni se te ocurra, tú quédate ahí y ayuda.
Suspiro.
Me meto poco a poco en el agua, que no me llega por encima de la
cintura y es fácil moverse. El agua es muy clara y limpia, se ven algunos peces
pequeños nadar tranquilamente y salir nadando cuando paso cerca. El suelo del
estanque es de piedra gris y grande y algunas finas hierbas asoman entre las
piedras. Soy torpe y casi pierdo el equilibrio, pero consigo mantenerme.
Llego en pocos minutos al otro lado del estanque y hago una señal
buena a los demás, que me miran nerviosos.
Contemplo a Dragnus, que está a menos de metro y medio de mí,
durmiendo plácidamente, ajeno a todo lo que ocurre a su alrededor. Por una vez
lo veo como distraído, sin estar alerta mientras que en el edificio está alerta
y con nada se despierta. Me muevo rápida pero silenciosa hacia él y consigo
llegar.
-Despierta-le llamo.
El dragón mueve la cabeza rápidamente como si hubiese percibido
algo, pero sigue durmiendo. Quizás ahora es cuando esté durmiendo en realidad
todas esas horas que ha estado medio despierto medio dormido.
Me acerco a su ala izquierda y la toco suavemente.
-Despierta.
Ocurre algo increíble. Como si se tratase de un mosqueo, Niall
grita un “cuidado” desde el otro lado y escucho cómo los párpados gruesos de
Dragnus se abren de golpe y sin mover ninguna parte del cuerpo, excepto la
cola, me enrosca ésta a la cintura y me lanza como si me tratase de un disco
que lanzan algunos en los Juegos Olímpicos.
Me lanza por los aires.
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